El mes pasado falleció en la capital bonaerense el padre Hugo Rubén Izurieta, a los 85 años, quien había nacido en Chascomús el 1 de abril de 1934. Se trata de un religioso vinculado a la obra salesiana no sólo de nuestro distrito, sino de otros puntos del país. El padre ‘Vasco’, como le decían sus allegados, con su deceso provocó distintas expresiones de dolor. Hizo diversos aportes a la comunidad salesiana.
Realizó el noviciado en Morón en 1951 y el 31 de enero de 1952 obtuvo su primera profesión religiosa. La formación transcurrió en Bernal y como teólogo de un pueblo de Córdoba. En la capital cordobesa fue ordenado presbítero. Corría noviembre de 1961.
Su misión sacerdotal y salesiana la inició en Uribelarrea, para luego pasar por General Pirán (Buenos Aires), en Don Bosco (Quilmes), General Pico (La Pampa), Sagrado Corazón (La Plata), Mar del Plata, Bernal y Ensenada.
A partir de 2010 fue párroco de San Juan Bosco (La Plata). Por tres años se desempeñó como Consejero Inspectorial e Inspector de la inspectoría Nuestra Señora de Luján, entre los años 1987 y 1993.  Tuvo roles a nivel eclesial como integrante del Consejo Presbiteral de la Diócesis de Santa Rosa y de La Plata, presidente de la JUREC diocesana de Mar del Plata y asesor de la Federación Diocesana de la Unión de Padres de Familia de Mar del Plata.
Sus restos fueron llevados al cementerio salesiano de la Casa de Retiro ‘Ceferino Namuncurá’, en las afueras de La Plata.