Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de mortalidad en los últimos años debido a múltiples factores como el incremento de mala alimentación, sedentarismo, tabaco, estrés.
¿Cuáles serían los nutrientes  necesarios para un corazón sano? 
Es importantísimo seguir una alimentación natural y saludable 
Esta debe ser equilibrada, completa, variada y armónica para lograr prevenir enfermedades.
Sostener en el tiempo los cambios de hábito es fundamental.
Suena difícil lograr cumplir con estos requisitos, pero con organización y voluntad podemos lograrlo.

Comenzar despacio con algunas modificaciones
El agua por ejemplo, tiene poca prensa y es esencial para mejorar la calidad de vida, está al alcance de todos. Es imprescindible estar bien hidratados, estudios comprueban el efecto en el organismo.
Beber abundante agua aumenta el gasto energético elevando la dopamina (hormona del placer).
 Siempre recordando que la ingesta de nutrientes va acorde a cada individuo, según su peso y situación biológica.
¿Podemos conocer si estamos alimentándonos adecuadamente?
Una manera sencilla sería observar el color de nuestros platos.
Por ejemplo, para cubrir vitaminas y minerales cinco colores diferentes entre vegetales y frutas sería lo conveniente. 
Es una manera práctica de obtenerlo con un plato colorido.
Ejemplo:
Ensalada de zanahoria, tomate, lechuga, choclo, huevo y de postre manzana (se considera el interior en este caso blanco).

Para el bienestar de nuestro corazón y cerebro son necesarios:

Omega 3
Los encontramos en frutos secos, pescados, aceite de oliva, palta.
Beneficios: 
Previenen enfermedades del sistema nervioso, mejora la concentración, memoria y aprendizaje.
Favorecen la circulación sanguínea.
Reduce los triglicéridos.
Promueve la salud de la piel.

Polifenoles 
Se encuentran en las uvas, kiwis, moras, arándanos y frutos secos como las nueces. Son micronutrientes con capacidad antioxidante y antiinflamatorias (retrasan el envejecimiento celular).
Como también se ha demostrado que ayudan a prevenir la progresión de diferentes enfermedades como la diabetes tipo II, algunos tipos de cáncer y enfermedades cardiovasculares.
Mejorar la calidad de vida es ir de a poquito modificando aquellos hábitos que nos perjudican. Comenzar a caminar, almorzar en familia, sentarse cuando uno va a ingerir algo, compartir momentos agradables, evitar la televisión en el almuerzo o cena. Además también podemos consumir alimentos que nos agraden si la mayor parte del tiempo realizamos una buena alimentación, podemos darnos un gustito, que también va a colaborar para que estemos felices y nuestro corazón sano.

Vitamina D

En la actualidad desafortunadamente encontramos un déficit del 50% de en esta vitamina a nivel poblacional.
Varios estudios demuestran una clara relación entre déficit de esta vitamina con mayor riesgo de osteoporosis, obesidad, diabetes, depresión, infarto. Actualmente, al ser fundamental para nuestro sistema inmune, se asocia a mayor riesgo de mortalidad en casos de COVID.
Es importante conocer que entre el 80% y 90% se obtiene por la exposición solar (15 minutos sin protección, en la cara y brazos).
El 20% restante corresponde a la alimentación.
Encontrándola principalmente en leche quesos, huevos, salmón. 
Entonces es necesario realizarse análisis de sangre para conocer la situación actual.
La vitamina D es liposoluble, se almacena en el organismo, y la suplementación la debe indicar un profesional.

         Lic. Andrea Alzugaray - Nutricionista UBA (M.N. 1654 - M.P. 673)

Tel. (011) 15-6509-6376 - Instagram: alzugaray_nutricionista