Mataron a un joven a quemarropa en una fiesta privada en el Barrio San Esteban
No lo dejaron entrar y le pegaron un balazo en la frente con un arma 9 mm. El crimen ocurrió en una zona semi-rural, donde la usurpación de propiedades es moneda corriente. El caso fue caratulado como ‘homicidio simple’ y es investigado por la UFI 2 de Cañuelas.
En la mañana de este domingo 15, un joven de 20 años oriundo de La Matanza, identificado como Agustín Quiñones, murió tras recibir un disparo en el rostro durante un incidente vinculado a una fiesta privada en el barrio San Esteban, en el nuevo loteo conocido como 'La Tranquera'. El hecho, que ha conmocionado a la comunidad, ocurrió alrededor de las 7 de la mañana, en una reunión convocada a través de las redes sociales.
Según información preliminar, Quiñones, que tenía familiares en la zona, intentó junto con un grupo de amigos acceder a la celebración que se llevaba a cabo en el interior del lote 25. Frustrados por no poder ingresar, el grupo comenzó a lanzar piedras hacia el interior de la fiesta. Testigos del suceso relatan que, ante esta situación, quienes se encontraban en el festejo respondieron con disparos al aire para intimidar a los provocadores. Sin embargo, la situación escaló cuando un asistente armado, que se presume cuenta con antecedentes penales, se acercó a la entrada y le disparó a Quiñones a quemarropa con un arma de fuego 9 mm.
El joven logró trasladarse unos 70 metros desde el lugar del ataque antes de colapsar en la vía pública, donde fue hallado sin vida. El tirador, cuyo nombre ha sido identificado por las autoridades, se encuentra actualmente prófugo y se está llevando a cabo una búsqueda intensiva para dar con su paradero.
La tragedia desató una ola de indignación entre amigos y familiares de la víctima, quienes se toparon con asistentes de la fiesta, lo que motivó un despliegue del Grupo de Apoyo Departamental (GAD) para controlar la situación. Durante el enfrentamiento, se escucharon disparos de bala de goma disuasoria para dispersar a los alterados.
El caso ha sido caratulado como ‘homicidio simple’ y ha quedado bajo la investigación de la UFI 2 de Cañuelas, dirigida por la fiscal penal Norma Pippo.
La fiesta se desarrolló en un predio que ha estado marcado por conflictos legales, específicamente por un caso de usurpación. La Tranquera, donde ocurrió el fatal acontecimiento, se encuentra a 1.200 metros de la Ruta 3 y ha sido objeto de reclamos por irregularidades en la tenencia de la propiedad. Las herederas de la parcela denunciaron en 2022 haber encontrado el terreno invadido, lo que ha llevado a un prolongado conflicto judicial.
El predio, donde se levantan más de 15 viviendas, algunas de ellas con piscinas, ha cobrado notoriedad en la región, tanto por su uso para eventos y fiestas como por los problemas legales que lo rodean.
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