El hombre que el miércoles se prendió fuego "a lo bonzo" en la vereda de la Comisaría Primera continua internado en grave estado, según informaron fuentes oficiales. El hecho ocurrió en la mañana de este  miércoles 12, cuando Ramón Carlos Giagnoni, de 51 años,  vecino de nuestra ciudad, separado, con hijos, técnico en refrigeración, se dirigió en bicicleta hasta la dependencia policial de la avenida Libertad.

De acuerdo al informe de los investigadores, Giagnoni apoyó unas fotos en las veredas, se roció con nafta, dijo unas palabras y posteriormente se prendió fuego. De inmediato, oficiales de la comisaria vieron al extraño envuelto en llamas gritando, tomaron matafuegos y corrieron a auxiliarlo.

Personal policial, junto con los bomberos que llegaron al lugar y socorrieron al hombre, lo trasladaron al Hospital Marzetti y, luego, al Cuenca Alta con quemaduras en el 70 por ciento de su cuerpo.

Fuentes oficiales informaron que el hombre atravesaba un fuerte estado depresivo motivado por la falta de trabajo fijo. Había estado trabajando en una panadería del centro, pero tenía problemas en la relación con su ex mujer y con los hijos de ambos. Además, Giagnoni había incursionado en un culto evangélico, donde le habían conseguido un lugar para dormir.

El hecho, que provocó escenas de una enorme desesperación, motivó la presencia de una dotación de bomberos voluntarios, en la calle Libertad, entre San Martin y Del Carmen.

Sin embargo, el accionar de los uniformados -que habían tomado un matafuegos de la Guardia policial- fue rápido y controlaron el fuego con extinguidores manuales que hay en toda la dependencia, como hacía años no ocurría. Pero, el año pasado, la seccional fue objeto de una reforma edilicia y para volver a tener calabozos se exige, entre otras medidas, que el lugar cuente con esos artefactos de seguridad en distintos sectores.

Una ambulancia llevó a Giagnoni hasta el hospital, donde permanece internado con pronóstico reservado.

Las causas que motivaron este terrible acontecimiento todavía no son claras. Aunque calificadas fuentes de la investigación, en la que interviene la fiscal Norma Pippo, explicaron que el hombre no contaría con una ocupación fija, a pesar que desde hace casi 20 años hacía service de refrigeración y estaba realizando algunas tareas en panaderías del centro. También dijeron que esa situación, sumada a una serie de problemas personales y una medida judicial en su contra le habrían provocado una notoria afección en su salud mental.

A los uniformados les habría confesado que mantuvo una discusión y que habría sido echado por sus familiares, gritándole que "se tirara a las vías del tren".

La víctima se domiciliaba en un templo religioso de la calle 9 de Julio y desde allí salió en bicicleta para presentarse ante las autoridades policiales.

Sin embargo, por circunstancias que ahora se procuran establecer, el técnico apareció en pleno centro de la ciudad y con un bidón en una mano.

Giagnoni se dirigió al interior de la Comisaría, pero antes se rocío con combustible y se prendió fuego, con la intención de quitarse la vida.

El hombre quedó envuelto en llamas y tuvo que ser socorrido por Policías, Bomberos y personal de Salud. Una agente policial sufrió un shock nervioso frente a la inesperada situación que le tocó presenciar.