Análisis y balance 2021: Un gran año del polo de Cañuelas, el mejor del mundo

El año 2021 arrojó para el polo de Cañuelas un balance más que positivo. El corolario, la frutilla del postre, fue la final que en Palermo protagonizaron La Natividad y La Dolfina en un partido que suscitó una singular expectativa dado que se trató de la primera ocasión en que dos equipos de nuestro medio llegaban a la instancia decisiva del torneo más importante del mundo. Implicó, además, la consagración definitiva de los hermanos Castagnola en el firmamento del Polo mundial, con sus títulos en Hurlingham y Palermo y su llegada a los diez goles de Hándicap.
Pero también fue el año de reanudación de competencia plena en el exterior, con amplia participación de los jugadores de Cañuelas luego de los estragos ocasionados por la pandemia de Covid-19 que significó la cancelación en 2020 de muchas actividades deportivas. En ese escenario se destacó la vuelta de la Triple Corona Americana que significó a su vez el regreso de Cambiaso a esta competición luego de un par de años de ausencia. Jugando con su hijo ‘Poroto’ para Scone, el astro cañuelense llegó a la final de la CV Whitney Cup y se alzó con la Copa de Oro y del US Open, el torneo más importante de la temporada estadounidense.
La temporada inglesa, por su parte, se destacó por el impresionante nivel de los equipos que la integraron y allí Cambiaso volvió a llegar a otra final con Scone (el equipo del patrón australiano David Paradice). En este caso, en la tradicional Copa de la Reina (trofeo que ganó 10 veces) sucumbiendo en el partido decisivo con UAE, conjunto liderado por ‘Polito’ Pieres, jugador de La Natividad que sería consagrado polista del año.
La llegada de la primavera dio paso al inicio de la temporada argentina de alto handicap, lo máximo a nivel mundial. Y la apertura de la misma estuvo a cargo del tradicional Abierto de San Jorge. En una competencia que contó con la participación de patrones extranjeros, el título quedó para La Natividad, que estuvo integrado por una formación por demás singular. Allí, y luego de varios años, Lolo Castagnola volvió a Palermo para levantar la copa de un certamen oficial, esta vez acompañado por su hijo ‘Barto’, su sobrino ‘Poroto’ Cambiaso y ‘Lukin’ Monteverde (hijo de Lucas). ‘Barto’, por su parte, siguió de festejo, ya que acto seguido se consagró campeón del clásico torneo del Jockey de San Isidro integrando el joven equipo de La Ensenada.

El mes de octubre dio paso al inicio de la Triple Corona Argentina con la disputa del Abierto de Tortugas. En ese certamen, La Natividad fue sorprendido por La Ensenada en el debut consiguiendo recomponer algo de su imagen con la obtención de la Copa Subsidiaria. A su vez, La Dolfina, con su nueva formación -luego de la ida de Mac Donough y Nero- se las arregló para llegar a la final, donde cayó apretadamente con Ellerstina.
Pero sería en el Abierto de Hurlingham (segundo de la triple corona) donde La Natividad desplegaría el juego que lo hizo el mejor equipo de la temporada. Con sensacionales actuaciones frente a La Ensenada y La Dolfina, alcanzó la final en donde arrasó con Murus Sanctus para quedarse con el torneo más antiguo del alto handicap argentino.

Noviembre hizo centrar las miradas en el Abierto Argentino de Palermo, la cita máxima de este deporte a nivel mundial. Y el torneo no defraudó para nada las expectativas previas que se habían centrado con la nueva conformación de equipos y la alta competitividad que se vislumbraba luego de años de dominio total de La Dolfina. Fue en Palermo del debut de ‘Poroto’ Cambiaso, el jugador más joven de la historia en disputarlo con 15 años, y la confirmación para los Castagnola del favoritismo adquirido después de Hurlingham. Con un polo veloz y excitante y con ‘Barto’ y ‘Jeta’ en un nivel superlativo superaron un tropiezo en el debut para agenciarse el título en una memorable actuación frente a La Dolfina. Párrafo aparte merece la participación que le cupo a Adolfo Cambiaso. En una edad en la que muchos jugadores se encuentran retirados, produjo en Palermo un par de actuaciones fantásticas y alcanzó una nueva final cuando los pronósticos no le asignaban muchas posibilidades.
Fue sin dudas un gran año para el polo de Cañuelas que augura nuevos triunfos con base en la nueva generación de estrellas que brillan por cuenta propia.