Les colocaron las esposas durante la madrugada del domingo 28 de febrero en el barrio La Unión. Fue después de tiros, persecución y como resultado de un enfrentamiento entre dos facciones de gente sospechosa. Con urgencia un joven fue llevado al Hospital de la Cuenca Alta, que al cierre de esta edición, se encontraba en grave estado por heridas en un miembro inferior y abdomen.  
Según fuentes policiales, un hecho de fuego y sangre sucedió en Berrueta y Santa Cruz, donde Andrés Nochetti, del barrio Primero de Mayo, fue una víctima de lo que podría ser un incidente barrial o un enfrentamiento.  
Los voceros policiales que informaron del caso fueron cautos a la hora de explicar qué fue lo que los empujó a gatillar las armas de fuego.  
Lo que quedó en evidencia fue que ahora investigan un ‘homicidio en grado de tentativa agravado por el empleo de arma de fuego’ y ‘portación ilegal de arma de fuego’. 
El episodio fue alertado al 911, por lo que se montó rápidamente un operativo policial. “Luego de la confrontación se encontraron vainas servidas, un rodado y un arma que se habrían usado en el ataque”, confirmó un responsable del operativo llevado por la Comisaría Primera de Cañuelas, bajo directivas del comisario Miguel Endara.  
Ya en el lugar de la denuncia los efectivos se encontraron con gente disparando desde el interior de una camioneta Chevrolet S10, la que al advertir la presencia policial decidió marcharse del lugar.  Los móviles siguieron al rodado hasta alcanzarlo luego de unas calles. Pero dos ocupantes salieron corriendo en distintas direcciones.  
Finalmente, en Tucumán y Monseñor Schell fue alcanzado uno de los individuos, mientras que el segundo fue reducido a poco de salir de la camioneta. Cuando establecieron que se trataba de los atacantes, los esposaron y subieron a patrulleros.  
Los jóvenes quedaron acusados, por la mecánica del hecho, por el delito de intento de homicidio. Se trata de José Luis Granja, de 30 años, del barrio La Unión, y Facundo Martínez, de 20 años, también de nuestra ciudad.  
Por el suceso luego se pudo secuestrar tres vainas servidas del calibre 16 que fueron halladas en la caja del rodado. Otro proyectil fue levantado por la policía en Berrueta al 600. 
Unas dos horas antes de este hecho, la policía estuvo en la zona del ataque. Resulta que, en Tucumán y Kennedy, un vecino alertó que había un arma de fuego sobre la raíz de un árbol. Efectivamente, era un revólver del calibre 38, Smith & Wesson, con balas en su interior. 

Leandro Barni – [email protected]