Se conocen, son vecinos, comparten tiempo con los hijos de ambos. Pero discutieron de manera acalorada, aparentemente por el cuidado de un chico que había quedado en manos de uno de los frentistas.
En una de calurosa jornada del jueves 23, lo que parecía una amistad vecinal se cubrió de violencia extrema cuando se cruzaron con reproches e insultos, para abrir paso a un intercambio de golpes y luego pasar a los tiros.
Los protagonistas cuidan campos y viven uno enfrente de otro. Además sus hijos comparten la escuela. Un hijo de Corbalán, de 11 años, quedó al cuidado de Gamarra. Con el correr del tiempo el vecino Gamarra empezó a decirle en tono de reproche una serie de cosas sobre el menor a cargo. Se apersonó el progenitor y lejos de aclarar los tantos, siguieron discutiendo de forma acalorada. 
Después pasaron a las manos y Gamarra terminó de espaldas en el piso. Este sacó un arma  de fuego de entre sus ropas, amenazó a su vecino Corbalán y el nene de 11 años se puso en el medio. La pelea siguió, el revolver se disparó y un balazo fue a la mano del menor. Los hombres se enfurecieron más. Otra bala salió del arma corta y fue al pecho de Corbalán, de 38 años. El proyectil  perforó uno de los pulmones y quedó alojada allí.
El acusado de balear al vecino Corbalán fue trasladado a la Comisaría de Máximo Paz, informándose que está imputado por ‘homicidio en tentativa’. Luego la Fiscalía 2 de Cañuelas efectuó un allanamiento en el domicilio del acusado y pudo secuestrar en un tacho de residuos, un revólver calibre 32 corto, con tres vainas servidas y otra  percutida pero que no salió el plomo. 
Sobre el hecho el vecino fue llevado a declarar, pero se mantuvo en silencio, según consejo de la Defensoría Oficial.