El pasado lunes 14 de septiembre el Estadio Jorge Arín, que lleva el nombre del presidente más prolífico que supo tener el club ‘rojo’, cumplió veinticuatro años de vida.
Hacia fines de la década de los ochenta, en 1989 para ser más exactos, bajo la presidencia de ‘el Negro’ Abdo se anunció la construcción de un nuevo estadio que reemplazaría al histórico ‘Cajón’.
Para muchos en su momento la intersección de República Oriental del Uruguay y San Juan era un lugar sumamente alejado del centro de Cañuelas, lo cual podría llegar a jugar en contra en lo que hace a la asistencia de público debido justamente a la distancia que separaba un punto del otro. Naturalmente el paso del tiempo hizo que la ciudad creciera por lo que aquella locación fue rodeada por la mismísima ciudad.
Aquella movida casi heroica tuvo su broche de oro un 14 de septiembre de 1996, ocasión en la que el Arín fue inaugurado oficialmente.
Tribuna que da a la calle San Juan, utilizada por la parcialidad local en los últimos años.
Desde aquel día el estado de ‘el Rojo’ se ha caracterizado por tener uno de los mejores, o el mejor, campo de juego de toda la C desde que ‘el Tambero’ milita en esta divisional, siéndolo a la vez naturalmente por lejos el mejor de la D en el período en el que jugó en esta categoría.
Lejos de estancarse, el predio ha ido creciendo en infraestructura a lo largo de los años por lo que tras la platea iniciática se construyeron las cabeceras realizándose además innumerables mejoras edilicias.
En el último tiempo se dispusieron, en el espacio lindante al campo de juego que se usaba para entrenar, dos canchas, contando una de ellas con césped sintético, centralizándose en estos nuevos campos de juego, que poseen todos los requerimientos reglamentarios exigidos por AFA, los partidos de divisiones formativas y del fútbol femenino en el ámbito de las competencias de la ya citada entidad rectora.
Estas obras fueron acompañadas por la construcción de nuevos vestuarios e incluso iluminación especial y acorde a las nuevas exigencias, por lo que aquel sueño que tuvo en 1989 su anuncio de inicio de construcción es hoy un verdadero complejo deportivo que excede y por mucho a la normalidad de la C.
La inauguración
La edición número 923 de El Ciudadano, del sábado 21 de septiembre de 1996, retrató aquella inauguración del Estadio Arín que a decir verdad fue todo un evento desde lo institucional aunque no tuvo su correlato desde lo deportivo.
De hecho, el elenco en ese entonces dirigido por Daniel López padeció una durísima goleada: fue 0-6 ante Ituzaingó.
En aquel partido ‘el Rojo’ salió a la cancha con Antivero, Farela, Quiroga, Tsalpakián, Lormino, Pozze, García, Moreno, Seiano, Luchetti y Coronel, ingresando Junco y Ramírez y permaneciendo en el banco de suplentes Sánchez, Scalisi y Delgado.
“Toda la fiesta estaba preparada. Cañuelas tocaba el cielo con las manos inaugurando su nuevo estadio pero de pronto, sin darse cuenta, estaba en el mismísimo infierno. Una derrota, como la peor pesadilla, se apoderó de todos sin que nadie pudiera entender por qué en el día del estreno de la cancha nueva, cuando debió escribirse la página más gloriosa, se debió pagar con la PEOR GOLEADA en la historia de Cañuelas como local en los torneos de AFA. Tanta felicidad de los hinchas albirrojos tenía un precio, salvo que demasiado caro...”, tal fue la bajada del artículo publicado en la sección Deportes de aquella edición del 21 de septiembre de 1996, apareciendo naturalmente en la portada principal de aquel recordado ejemplar.
Tapa de la edición número 923 de El Ciudadano, donde se dio cuenta de la inauguración del Arín. Artículo publicado en la sección Deportes de este mismo semanario tras la inauguración de “la cancha nueva”.
Lic. Matías Folgueira – [email protected]
La mediocampista del ‘Auriverde’ también está a cargo de una cafetería de especialidad de Cañuelas. De cara al duelo de esta tarde ante Monte Grande, dice que el descenso fortaleció al plantel, que sueña con volver a la ‘E’.
El ‘Pipi’, figura de la Liga Nacional, estará al frente de la clínica que se llevará a cabo en el microestadio Jorge Arín. Será entre el 22 y 24 de julio. También participará Dionel ‘La Vieja’ Sánchez, otro referente cañuelense. Recuperado de una lesión, va por más.
Tras conquistar su primer Grand Slam en dobles, el tenista ya piensa en su gran objetivo: Wimbledon. Eso sí, avisó que antes de viajar a Londres celebrará el título en nuestra ciudad, donde fue homenajeado en el Club de Campo de Alejandro Petión. Y le pone fichas a Lucio Ratti.
Se lanza este miércoles, a través de la plataforma de la popular compañía en toda Latinoamérica. En tres capítulos imperdibles, se repasará toda la vida y los logros del máximo referente del deporte cañuelense. El adelanto de su esposa, María Vázquez.
Alejandro Dezza tiene 59 años y, de acuerdo al test al que fue sometido, tenía 1,14 gramos de alcohol en sangre. Como consecuencia de su imprudencia, el sábado murieron tres personas. Es dueño de una vinoteca en el pueblo turístico.
En la mañana del lunes, a la altura de la calle Rawson, se produjo la colisión que terminó con lesionados de distinta consideración. Ocurrió 48 horas después del trágico siniestro en el que fallecieron un pareja y un hombre de 69 años, y por el que está acusado un comerciante de Uribelarrea.
En plena etapa de recolección de pruebas, se fijó agenda para que Alejandro Dezza comparezca la semana que viene. Se evalúa la teoría de un "auto fantasma". Buscan testigos. Los familiares de las tres víctimas llenaron de insultos las redes sociales del comerciante, detenido en la Comisaría 1ª.
Terminó la etapa probatoria y el 26 de junio habrá una audiencia clave para determinar el inicio de los debates. Juan Pedro Corvalán, apuntado como el autor material del asesinato de la empleada municipal, será sometido a un jurado popular. Sus cómplices irán a un Tribunal Oral.
"¿Cómo puede ser que alguien preso por homicidio tenga acceso a un celular y lo use para seguir con sus negocios turbios?", se quejó Yésica, madre del joven. Le apunta a Lucas Natanael Figliomeni, quien le prestó la pistola a Lucas Cabral Giacomini, autor del disparo en la quinta 'La Lorita'.
