El nuevo incremento en el precio de los combustibles, el tercero en un mes, representa un fuerte impacto al bolsillo también de los cañuelenses y empuja la reflexión sobre el gasto de movilidad en el presupuesto. Tras la llegada del nuevo Gobierno, en un mes hubo dos subas, que registran un aumento del 74%. 

Desde la hora 0 del miércoles, Shell y Axion subieron el precio de las naftas y gasoil por encima del 20 % a tal punto que las variables Premium quedaron rozando los 1.000 pesos. Temprano, la petrolera nacional YPF todavía no había aplicado la nueva suba, pero lo hizo a media mañana y el litro de súper saltó a 775 pesos. En tanto que la Infinia, 949 pesos; gasoil diésel 500 está en 799 pesos y el Infinia Diesel quedó a 969 pesos. 

En Shell ya estaba en 826 pesos la Súper y la V-Power (Premium), 1.011 pesos. En el caso del gasoil, el litro de Formula Diesel se consigue a 864 pesos y el diésel V-Power a 1.035 pesos. Por su parte, el metro cúbico de GNC se registra en 389 pesos. 

En Axion existe disparidad de precios. Algunas tienen la súper a 786 y otras, donde se superó la barrera de los mil pesos para el octanaje alto, la súper está en 815, el diésel común 940 y la versión Premium 1030 pesos. Cabe mencionar que los valores varían según la ciudad y la zona del país. En CABA, por ejemplo, el litro de nafta súper promedia los 700 pesos y la Premium los 900, según la marca. 

De este modo, la petrolera estatal se sumó al resto de las empresas, incrementando considerablemente sus valores. Antes de esta actualización de precios en YPF, habían comenzado a formarse las típicas colas de vehículos en las estaciones de servicio cañuelenses de dicha marca, tras difundirse la noticia del incremento en el resto de los locales.  Dado que había quedado con valores casi 100 pesos por debajo de las otras, YPF, la firma con el control estatal que tiene más de la mitad del mercado de expendio de combustibles, se sumó el incremento y aplicó subas del 26 por ciento promedio. 

En 2023, los precios de la nafta súper y el gasoil aumentaron todos los meses, excepto septiembre. Lo que representa un incremento del 266,22 por ciento. En tanto, el litro de premium subió 267,74. En las estaciones de YPF en la ciudad, la super arrancó en 169 pesos y termino en 623. La Premium pasó de 217 pesos a 775. En tres días de 2024, ya están en 775 y 949 pesos, respectivamente.Así, llenar el tanque no está al alcance de cualquier bolsillo. Para un auto chico, por ejemplo, como el Fiat Mobi, con capacidad de carga de 47 litros, cuesta entre 36 y 37 mil pesos, según la petrolera. 

Mientras que un vehículo con mayor capacidad de carga, como pueden ser el VW Gol Trend o el Ford Focus (55 litros), llenar el tanque también con súper cuesta de 42 a 44 mil pesos. 

El del miércoles fue el incremento de 2024, tras el fuerte salto en diciembre. Hace una semana, la Secretaría de Energía dispuso los incrementos para el biodiesel y el bioetanol que van del 28,45 por ciento al 34,44 por ciento. Se esperaba entonces que las petroleras trasladen, al menos en parte, el mayor costo al precio final. 

En este contexto, el presidente de la Cámara de Empresarios de Combustibles, Raúl Castellanos, afirmó que el Gobierno Nacional apunta a “llevar el valor de los combustibles a la paridad de importación”.  Eso es a precio internacional. 

En las YPF locales, el litro de nafta súper cuesta 775 pesos y la Infinia 949 pesos. 

Voces de clientes
En la ciudad, los vecinos no esconden su indignación y quienes están detrás del volante o tienen el vehículo como medio de trabajo son quienes más lo sufren. “Estamos acostumbrados y resignados”, aseguró un usuario. 

“Lamentablemente está cada vez peor”, comentó un habitante de Máximo Paz que se encontró con un nuevo valor en el combustible, pero a la vez dijo que los aumentos “vienen muy seguidos y habrá más”. Y otro usuario agregó: “La verdad que es complicado, porque como está la situación hoy en día uno no sabe qué pensar. Para los que trabajamos es duro”. 

Para un joven estudiante y trabajador rural, “era algo inevitable. Estaba todo reprimido y la bomba finalmente estalló. Entonces me parece justo y se acerca a los valores de los precios de la región de otros países. En Uruguay o Brasil es más caro de lo que aumentó hasta ahora”. Por otro lado, dijo que “desde el campo donde trabajamos todo tiene que seguir funcionando y al mismo tiempo ajustar los usos y controles de los vehículos para que no consuman tanto”. En cambio, otra persona se quejó: “Es inevitable cargar combustible, pero es lamentable que los aumentos sean tan seguidos y que se multipliquen. No quería este gobierno y ahora es como que extraño al final al anterior de Alberto Fernández. En un mes triplican lo que hicieron los otros. Y cargo porque sigo trabajando y vengo desde Uribelarrea al centro a cargar y hacer algunas compras. Pero se hace muy complicado y se me escapan los análisis: está todo mal”. A su vez, José, en la fila de la estación de servicio de San Vicente y San Martín, se lamentó: “Me vine rápido cuando vi lo del aumento, pero llegué tarde”. 
Otra de las voces que se manifestaron comentó: “Es la primera vez que cargo después de todos los aumentos.

Miré los precios y casi me infarto. La última vez que cargué eran 500 pesos. Y no puedo más que seguir pagando porque es por el trabajo”. En la estación del centro, otra usuaria, jubilada, señaló que “es venir con miedo a cargar por los aumentos de todas las cosas”. 

En este marco, una familia que debía viajar a Azul contó uno de sus integrantes que “el punto crucial es que no existen dólares para importar lo que necesitamos, que es básicamente nafta súper y gasoil grado 2”. 

“La verdad que esto tendría que hacer tomar más conciencia a la hora de votar –dijo una joven al volante de un Fiat flamante – y no es solo la nafta, todo sube lamentablemente. Mientras sigue el país viniendo abajo y se siguen con los del FMI”. Pedro, un pequeño comerciante indicó que “es un garrón. Con barriles de dónde lleguen, pero es insostenible, una locura los aumentos y a todo esto la calidad de vida no mejora”. 

“Es imposible con los líos de los dólares que no tengamos aumentos. Trabajo por mi cuenta y todas las semanas estoy haciendo un retoque porque todo gira alrededor del dólar. Y el país se maneja así. Entonces no se puede sostener los precios del combustible y lo que cobra la gente. Y si no es hoy, se retoca pasado”, señaló José Farías. “La cosa esta jodida. Con el Gobierno que sea. Hay que laburar y sobrevivir”, comentó un changarín de la Ruta 3.