Precios desbocados y una gran inquietud entre los vecinos

En las horas posteriores al paquete de diez medidas económicas anunciadas por el ministro de Economía, Luis Caputo (ver página 6), se produjo un clima de desconcierto y de preocupación por el aumento de precios.
A los dichos de Caputo, ya se notaba que los productos habían encarecido  y las góndolas empezaban a verse desabastecidas.

Hubo una fuerte remarcación de los precios con un salto en los precios que osciló entre el 20% y el 40% con el rubro alimenticio muy golpeado. La carne, sin ir más lejos, subió más del 50%.

“Miré con mucha atención y terminé en el supermercado de una cadena porque tenía descuento con la tarjeta de débito. Me estoqueé con aceite, leche larga vida y harina. Al menos por unos días no quiero comprar nada”, dijo Marianela Flores, vecina del centro.

“A modo personal, hay una mezcla de felicidad, expectativa, incertidumbre y miedo porque se fue un gobierno que dejó detonado al país. No controlaron nada, dejaron a un títere y detonaron la economía. Se deben tomar medidas y administrar. Está nuestro bolsillo expuesto y donde se equivocan, no podemos seguir alquilando y hay que cerrar el negocio. Se supone, según estudiosos, que ahora tomaron medidas correctas. Ojalá que sea para que este país levante, después de los corruptos que venían administrando desde hace décadas. Deseo que se pueda revertir y acierten para llevar tranquilidad”, dijo Gustavo Sacco, presidente de la Cámara Industrial de Cañuelas. Y agregó: “Hay que evitar que algunos aprovechen que ya no están gobernando para agitar las calles, como se hizo en el 2001 para voltear al gobierno de De La Rúa”.

El aumento de precios que se venía viendo en los últimos días, explican los comerciantes de la región, se debió a la cancelación de ‘Precios Justos’, que mantenía algunos productos congelados.

Ahora se suman las medidas que incluyen la fuerte subida del dólar oficial y la devaluación del peso. Y el combustible no se quedó atrás. El litro de nafta súper pasó a costar 623 pesos en YPF.

Una vecina que trabaja como empleada doméstica y asiste a un club de campo sobre la Ruta 3 se lamentó: “Si el boleto pasa a costar lo que dice, además de reducir las frecuencias por los costos, todo será más complicado”.