Policiales Jonatan Pedernera 05/09/2023

Prisión preventiva para Sebastián Ian Gerlo Geier

El Juzgado de Garantías de Cañuelas dictaminó la medida cautelar para el joven de 22 años, acusado de golpear ferozmente a su novia y mantenerla secuestrada durante horas. Seguirá detenido hasta la fecha de su juicio oral.

La casa de Monseñor Schell al 400, en el barrio La Unión, donde Ian Gerlo retuvo a Agustina. Detrás de esas rejas, la - adolescente de 16 años pidió ayuda. La rescató su propia madre.

Con todas las pruebas en la mesa, Sebastián Ian Gerlo Geier continuará en condición de aprehendido a la espera de un juicio oral. Sólo faltan algunos detalles, como las transcripciones de los cruces de mensajes en los celulares y algunas cuestiones adicionales. Como piso, en estos casos se establece una condena de 15 a 20 años. Aunque aquí, su situación podría empeorar por los agravantes que ya adjuntó el juzgado.

Agustina, la víctima de 16 años, denunció que fue atacada a golpes y con un amortiguador de moto por Gerlo. Según pudo averiguar El Ciudadano, la amenazó con una cuchilla e intentó asfixiarla hasta que perdió el conocimiento. “Se me fue la mano”, había declarado el acusado.

El caso de violencia de género comenzó el miércoles 26 de julio y los golpes continuaron durante todo el jueves 27. La joven fue rescatada por su propia madre. Ian fue detenido por orden de la Comisaría de la Mujer en la dependencia N°1.

Agustina y Sebastián convivían hace un año y medio en el domicilio de Schell 434. Hace rato que había problemas en la pareja y el detonante fue la charla que tuvo la chica con un amigo en común aquel día, en el centro de la ciudad. Al regreso al hogar, ella le confesó que se iba a ir, y fue en ese momento en el que Gerlo la encerró en la casa.

Las agresiones fueron con puños, patadas y un amortiguador de moto. Luego de quedar inconsciente, la chica fue maniatada y tras volver en sí, fue amenazada nuevamente. En todo momento, el violento intentó enfriar la situación, uno de los rasgos psicóticos que ayudaron a delinear el perfil de una persona violenta. Finalmente, esa postura no pudo ser sostenida ante la madre, que llegó a la vivienda.

Por el hecho, el muchacho quedó imputado por los delitos de “femicidio calificado en grado de tentativa con violencia de género y ensañamiento en concurso ideal; con coacción agravada por el empleo de arma”.

La investigación determinó que Gerlo había planeado todo. Es por eso que pidió una semana de vacaciones en Fevesa, la empresa donde trabajaba. Además, la ex mujer del implicado, madre de un niño, declaró que también recibió golpes durante su embarazo y aportó datos para que los psicólogos y peritos terminen de apoyar la acusación.

La fiscalía ya probó el hecho y sólo faltan detalles para elevar la causa a juicio oral.

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