Nicolás Cuarenta, de las pistas a la zona pintada

Nicolás Cuarenta es alero y se mueve a pura velocidad. Y se entiende. El deportista multifacético reparte sus días entre sus amores, los fierros y la pelota de básquet. Mientras espera subirse a un auto de carrera por primera vez en la categoría AVZ (debutará el 17 de julio en un Fiat 600) y palpita la fecha de mañana del Kart en Zárate, aguarda por otra jornada de entrenamiento en Casa Amarilla.

El piloto se clavó los cortos en uno de los equipos más grandes de la Liga Metropolitana de Buenos Aires.

“Estoy muy contento, estamos punteros e invictos, la paso muy bien en Boca y es un orgullo poder estar al lado de tantos grosos, a nivel de altura y por la carrera que hicieron”, dijo el todoterreno del barrio Los Aromos.

El conjunto xeneize es el único líder del torneo de veteranos con 20 puntos, jugó diez partidos y los ganó a todos. Entre los rivales aparecen Defensores de Banfield, Luis Guillón, Racing y Claridad, contrincantes de los equipos de la ciudad en diferentes categorías.

Justamente, Nicolás inició su camino en Cañuelas FC, luego de empezar a dar sus primeros pasos junto a su tío en la ciudad de General Rodríguez. En el ‘Rojo’ llegó a la Primera y después recaló en Juventud Unida. Además, estuvo en Ciclistas de Junín y también ocupó filas en Athletic de Lobos, donde sumó experiencia en una de las instituciones más antiguas de dicha ciudad.

“El básquet siempre estuvo presente en mi vida, me ha servido para cosechar muchos amigos, ya que a diferencia del automovilismo, acá es muy importante la unión del grupo y el día a día en los entrenamientos. Michael Jordan es uno de mis ídolos y lo tengo tatuado en una pierna. A nivel nacional, uno de los que me marcó fue el gran ‘Manu’ Ginóbili”, dice el deportista, que evoca a uno de sus maestros en el ámbito local: “Dionel Sánchez fue uno de los grandes referentes en la ciudad, él me dio las herramientas desde muy pequeño y la pasé muy bien en Juveniles. Ahí me tocó estar en uno de los mejores equipos junto a Diego Ferri, Tomás Irigoyen, Martín Recalde y Emiliano Roldán”.

“En Boca tengo la posibilidad de entrenar todos los martes y de estar con el equipo de veteranos. La dirigencia tiene en mente inscribir un equipo en +35, por eso quiero seguir en ritmo mientras pueda”, cuenta el ‘Rayo’, que también incursionó en el fútbol en la Liga Local jugando para Rossonero, donde fue campeón en 2016. Además, participó en el campeonato regional de Vicente Casares. ¿Algo más? También despuntó el vicio con el tenis en el Viejo Cajón.

“Algunas personas me ven jugando al básquet y me preguntan si soy el corredor. Al revés pasa lo mismo, es gracioso. Los muchachos de Boca me siguen en YouTube y están al tanto de las carreras, ya se volvieron fanáticos míos”, dice el deportista que sobrevivió de milagro luego de estar internado en coma tras un grave accidente en 2015.

Cuando se habla de autos, le brillan los ojos. Y no es para menos, el tricampeón de karting tiene una gran misión para 2024: el Mundial en Brasil, certamen al que se clasificó como uno de los mejores extranjeros en la última competencia en el Velopark de Porto Alegre.

El Ciudadano lo puso en un apriete y ante la pregunta sobre qué priorizaría en caso de llegar a una definición con los autos y el básquet, respondió: “La verdad, sería muy difícil. Amo los coches, pero tuve la chance de entrar a trabajar con este plantel en Casa Amarilla, algo que me llena de orgullo. Me parto en dos y cumplo con todos, je”.