Los campeones del mundo tuvieron su fiesta en un estadio de fútbol. Como parte del primer amistoso, ante Panamá, el equipo de Lionel Scaloni se presentó en el Monumental  y hubo algarabía desde muy temprano. El martes, siguen los festejos. La ‘Scaloneta’ se medirá contra Curazao en Santiago del Estero y en el medio, el plantel será agasajado por la Conmebol en Paraguay, durante el sorteo de la Copa Libertadores.

La locura es total. La obtención del trofeo en Qatar se respira durante todos los días y la llegada del plantel a Ezeiza terminó de levantar el ánimo de todos los fanáticos, que se agolparon desde la noche anterior al encuentro en el predio de la AFA. Por eso, los hinchas cañuelenses que tuvieron la  suerte de conseguir tickets, tardaron dos horas para sobrellevar el tráfico de la 25 de Mayo y la General Paz para ver rodar a los campeones en la cancha.

No importa de qué competencia se hable. Tampoco si se trata de un amistoso o partido festivo, siempre hay un motivo para ver a Lionel Messi. Por más que le peguen, por más que no se le abra el arco. De la nada, revienta dos tiros libres en el palo y los rivales, por más que estén parados en alguna situación, le relojean la camiseta.

Y en el medio, aunque suene anecdótico, hubo un rival que no fue a la cancha de River a ser parte del festejo. Su técnico, Dely Valdés, jugó durante muchos años en el ascenso argentino y no dejó rincón librado al azar. El elenco panameño raspó de lo lindo y la fiesta tuvo olor a un partido más del mundial, por momentos.

Hasta que Thiago Almada renovó los aires y la fiesta empezó a completarse. Claro, antes habían actuado Los Totora, La T y la M, el DJ Fer Palacio, el rapero Wos y Fernando Romero, el autor de la renovada versión del hit ‘Muchachos’ de La Mosca. 

El pibe de Fuerte Apache destrabó el amistoso con su gol y lo más interesante fue que se movió permanentemente junto al 10, que a partir de ahora cuenta con una variante más fresca, además de la de Gio Lo Celso. Cabe recordar que el ex Vélez fue llamado por Scaloni mientras jugaba un partido informal  junto a Ángel Correa en el club de campo de Alejandro Petión. Los citados salieron disparados a Ezeiza para emprender el vuelo a Doha.

Y como decíamos, cuando la pelota está a merced del “10”, suceden cosas. Como a los 43 minutos, cuando la gente ya palpitaba la fiesta con la copa en la cancha y el show de cierre de La Konga. Leo provocó que todos los guardias de seguridad se den vuelta, le puso tiza a su taco izquierdo y les regaló a los chicos un gol inolvidable.

Fue el segundo para cerrar el momento de fútbol y su tanto 800 entre Barcelona, PSG y la Selección.

Y atentos, porque sumó su conquista 99 con la celeste y blanca y quedó a una de convertirse en el primer jugador argentino en alcanzar el centenar de goles. Con todos esos pergaminos, levantó la copa más deseada, una y otra vez, y la gente deliró. Y el martes, hay otro partido contra Curazao que también puede ser histórico para el rosarino en el estadio Madres de Ciudades. Que no se acabe más esta fiesta.