Fernando Jantus advierte: "La prioridad es reforzar la seguridad"

Cañuelas tuvo un comienzo de año agitado con varios sucesos de violencia. Si bien los problemas se desarrollaron en el centro de la ciudad y en el campo, hay una zona caliente que preocupa a Fernando Jantus y a los encargados de garantizar la seguridad en todo el distrito. Se trata del sector de barrios linderos al corredor de la Ruta 3. Los vecinos exigieron controles y desde los organismos ya se movieron para reforzar esa parte crítica.

El ex Subsecretario de Seguridad Bonaerense, actual jefe de gabinete del Municipio, le abrió las puertas de su despacho a El Ciudadano y dejó entrever los puntos rojos sobre el mapa del partido y las adyacencias en su propia oficina.

Haciendo un relevamiento de los últimos delitos resonantes, se llegó a la conclusión de que, en la mayoría de los casos, casi todas las bandas provienen de los municipios vecinos. Es por eso que Jantus proyectó un control de precaución sobre la ruta, justo en el límite con el distrito matancero, uno de los más poblados en el país. Además, se garantizó el refuerzo de los patrullajes, más postes de luz y nuevas cámaras.

–¿Cómo está Cañuelas en el rubro seguridad?
–Nunca podemos decir que está resuelta, hay que estar constantemente en cada una de las situaciones que se van presentando. En este momento, lo que más nos preocupa es el corredor de la Ruta 3, la zona de Los Pozos, Santa Rosa y San Esteban. De hecho, tuvimos varias reuniones por varios hechos que nos hicieron alertar, así que reforzamos los vehículos de patrullaje de la Guardia Urbana, hemos puesto personal del Operativo Sol y vamos a agregar un control para los autos que llegan desde La Matanza, en el kilómetro 51 de dicho corredor. Además, ya empezamos a colocar luminarias y cámaras para monitorear la zona.

–¿Qué manifestaron los vecinos?
–Nos comunicaron sobre hechos nuevos que estaban sucediendo y que si bien hay más patrullaje, uno de los puntos que reforzamos el año pasado con la presencia de móviles las 24 horas, necesitaban tener más presencia policial. Además, se quejaron de algunas situaciones pasadas (ver pág. 3).

–¿Cómo se controla a la gente que llega a las quintas los fines de semana?
–Es un tema, porque si son privadas, tienen derecho a festejar, por ejemplo, un cumpleaños. Lo que nosotros combatimos son las fiestas clandestinas, sin autorización del municipio. Hay vecinos que cobran entradas y hacen eventos en lugares que no están habilitados. Eso, realmente, también nos preocupa, ya que hay una organización detrás de cada grupo.

–¿La situación económica del país justifica a los delincuentes?
–Creo que eso va en cada lugar. Si hay más delitos y hay zonas más picantes, nosotros tenemos que salir para que los vecinos vivan en paz. La situación económica no tiene nada que ver, pasa por un aspecto social.

–¿Pasa por la cuestión de los grupos y la familia?
–Claro. Hay muchos jóvenes sin actividad, la droga también es un mal mayor y la pérdida de valores en muchos chicos es un problema, ya que cometen su primer delito y después siguen como si nada. Debe haber una condena social, por parte de la población y de los parientes. Creo que falta contención familiar en muchos de los casos y es un disparador para los malos hábitos de los adolescentes.

–¿Qué pasa con los chicos a la salida de los boliches?
–Hay peleas por cualquier pavada por el exceso de alcohol. Estamos trabajando en el control de todas las salidas de los locales bailables y les exigimos a los empresarios que frenen la venta de bebidas. Necesitamos de la ayuda de ellos y de todos los empleados nocturnos. Es increíble, se les venden tragos a pibes que están destrozados y son los que después causan desmanes. Este trabajo se da en conjunto, hasta el final de la noche.

–¿Cuáles son los delitos más frecuentes?
–Si bien las denuncias son variadas, el hecho más común es el denominado ‘escruche’, que es el robo de viviendas cuando no están sus moradores. Buscamos resolverlo.