Lingua Bender: “Acá cualquiera está para jugar”

Los números hablan por sí solos. Tras la salida del experimentado Ezequiel Cacace, Tomás Lingua Bender tomó la posta bajo los tres palos y con él como guardián, el ‘Rojo’ no perdió, consiguió tres alegrías (Los Andes, Fénix y Armenio) y dos empates (Ituzaingó y San Miguel). ¿Más? Al pibe de Marcos Juárez (Córdoba) sólo le convirtieron en dos oportunidades y es uno de los puntos más altos del equipo. “Vamos a jugar con nuestras armas para sacar la mayor cantidad de puntos”, avisa. 

A los 22 años, Lingua Bender demostró que, además de ser la voz de mando en una defensa va mutando a raíz de las urgencias de las lesiones, tiene un gran potencial. Así se afianzó en el arco y cada vez que lo pelotearon, dijo presente. Por eso, fecha a fecha, Fabián Zermatten deposita su confianza en el chico, que bancó la parada en la seguidilla de rivales que ya pelean por subir a la B Nacional. 

Y ya que hablamos de las estadísticas del joven surgido en Boca en 2017, ocupa un lugar de privilegio entre los 11 que consiguieron el primer triunfo para el ‘Tambero’ en la Primera B. Aquella fecha, 29 de marzo de 2021, significó el debut absoluto del “1” en el triunfo (4 a 1) ante UAI Urquiza.  

–¿Se confiaron ante San Miguel? 
–Para nada, nunca subestimamos al rival a pesar del duro momento que está atravesando. Sabíamos que iba a ser una cancha difícil y ellos necesitaban sumar para salir del fondo de la tabla. Por suerte pudimos rescatar un empate al final, que sirve para seguir sumando y para meternos en el pelotón de los primeros. Tenemos que aprovechar este nivel para capitalizar la idea en los resultados. 

–¿Cómo están de cara al final del torneo? 
–Nos encontramos bien, con muchas ganas. Nos quedan partidos muy difíciles, pero vamos a tratar de jugar con nuestras armas para sacar la mayor cantidad de puntos. 

–Te afianzaste en el arco, ¿cuál es tu mayor virtud? 
–Creo que soy un arquero muy atajador, me defiendo muy bien bajo los tres palos. Y después, valoro el compromiso que tengo para seguir creciendo día a día y seguir escalando pasos en mi carrera. 

–¿Cómo fue tu etapa en Boca? 
–Fue algo fantástico. Aprendí mucho, viví en una pensión muy cómoda y teníamos todas las facilidades para entrenar. Fue una vivencia hermosa y agradezco haber estado ahí, en uno de los clubes más grandes del país y del mundo. 

–¿Con quién compartiste categoría? 
–Soy de la camada de Marcelo Weigandt, Agustín Obando y Agustín Almendra, entre los más conocidos. Y bueno, después tuve compañeros que siguieron su suerte en otros clubes y les va muy bien. 

–¿A quién tenés como espejo? 
–Sinceramente, no tengo definido a un arquero específico en el que me pueda ver o copiar aspectos técnicos. Miro mucho fútbol, de acá e internacional, y voy sacando un poco de cada uno.

–La defensa arrancó siendo una de las más experimentadas y terminaron jugando muchos chicos.
–Sí, confiamos a muerte en los que entran porque somos un plantel muy competitivo. Acá cualquiera está para jugar. Si bien el carácter y la experiencia son fundamentales en los puestos defensivos, los juveniles están aptos para poner el pecho en cualquier momento. 

–¿Qué sentís desde el arco cuando se generan muchas acciones y la pelota no entra? 
–Mucha bronca porque tuvimos mala fortuna y en algunos partidos no ligamos, deberíamos tener 4 o 5 puntos más, pero bueno, el fútbol es así. Ya vamos a ver los frutos de todo el laburo que venimos haciendo. 

–¿Zermatten te pide algo en especial? 
–La verdad que no, me da mucha seguridad y me da la libertad que necesito para demostrar lo que soy bajo los tres palos. Es un entrenador que prioriza el trato de la pelota y las salidas, así que intento salir por debajo de la manera más prolija posible. 

–¿Las lesiones fueron el obstáculo más difícil de sortear en el campeonato? 
–Si bien tuvimos un par de desgracias, tenemos un grupo de jugadores muy amplio y al que le toca entrar busca el bien del grupo.  

-¿Cómo influyó la renuncia de Daniel Roncoli? 
–Nosotros quedamos al margen de todo lo que ocurrió a nivel dirigencial, pero teníamos una gran relación con el presidente y le deseamos lo mejor en sus proyectos. 

–¿Qué hace falta para meterse en el Reducido? 
–Siempre hay cosas por mejorar, pero repito, tuvimos una serie de partidos en la que no ligamos, dominamos siempre pero no pudimos capitalizar en el arco de enfrente. No tengo ningún tipo de dudas de que estamos en el buen camino. Somos un grupo de jugadores humildes y dejamos todo en los partidos y en los entrenamientos.