LIC. Matías Folgueira

Con 46 años y miles de batallas sobre su espalda, Adolfo Cambiaso sigue dando lucha y parece no tener techo en su carrera.Siempre pensando a futuro, y sobre todo en superarse, lo cual inevitablemente lo lleva siempre a superarse, ha logrado llevar a La Dolfina a una nueva final del Abierto.
Sin embargo, para lograr esta clasificación, Adolfito tuvo que tomar nuevos riesgos. Cabe recordar que, luego de las fotos y las sonrisas tras la obtención del Abierto del año pasado con el que su equipo volvió a escribir una nueva página en la historia del polo grande, aquella mítica formación se desarmó.
De hecho, se produjo la partida de Pablo Mac Donough y Juan Martín Nero, por lo que el equipo más ganador de la última década se desmembró generando un cimbronazo en el mundo del polo.
Entonces, a fines del año pasado, se manejó la posibilidad de que ‘Poroto’ Cambiaso integrara el elenco de su padre en la Triple Corona de 2021. Algo hizo en varios partidos de la temporada 2020 ante las lesiones de diferentes polistas.
Pero esta posibilidad cayó por tierra ante la clasificación de La Dolfina Brava, el equipo del pibe de Petión, quien decidió hacer su propio camino durante 2021 y terminó su participación el sábado. Ese día, venció 14 a 9 a La Irenita.
Cambiaso padre apostó por Diego Cavanagh y Francisco Elizalde, viejos conocidos de La Dolfina Polo Ranch. Permaneció en la formación el uruguayo David ‘Pelón’ Stirling.
Con un andar que fue de menor a mayor, e incluso a pesar de padecer algunas lesiones que provocaron insoslayables reemplazos, Adolfo Cambiaso y sus renovados mosqueteros de La Dolfina llegaron a una nueva final del torneo más importante del mundo.
La Natividad, el club que se encuentra ubicado calle de por medio con La Dolfina, será su rival. Solo la “calle del 80” separa a un club del otro en Alejandro Petión.
Con toda esa irreverencia típica de la adolescencia, los hermanos Castagnola vienen pidiendo cancha desde hace tiempo. Y si bien tienen un apellido de peso, se han abierto camino por mérito propio.
Tras grandes temporadas en el exterior y de causar sensación en su primera intervención en la Triple Corona de 2019, en este 2021 el conjunto verde mostró ahora no solo dinámica, velocidad y euforia juvenil sino también templanza y coraje.
Esta lógica maduración permitió que le jugaran de igual a igual a todos aquellos que se le cruzaron por delante.
Esta nueva cara permitió, por ejemplo, vencer el domingo pasado a RS Murus Sanctus, el equipo que se perfilaba como el “cuco” de la temporada, convirtiéndose en algo palpable la primera final del Abierto de sus vidas.
“Desde que armamos el equipo nos teníamos fe”, afirmó ‘Barto’ Castagnola, de apenas 20 años, en diálogo con la prensa tras la victoria ante el equipo de General Rodríguez. Y agregó: “Antes de arrancar la temporada lo que queríamos era ganar Palermo y no estamos tan lejos, estamos en la final”.
“Tengo una emoción impresionante, es el sueño del pibe, imaginate: ganar Palermo. Desde que arrancamos a jugar al polo queríamos esto así que ahora a tratar de ganarlo”, sentenció el más grande de los hermanos Castagnola.
Enfrente tendrán a su tío. Con una historia familiar a cuestas y un título en juego, ni más ni menos.