El Mouras platense fue el escenario en el que el pasado fin de semana también corrió la Fiat 600 Light 1.3i aunque, en esta ocasión, utilizando el circuito grande con las dos chicanas en las dos finales disputadas.
Tras haber logrado su primer podio en la categoría en la fecha anterior, Ezequiel Sevillano y los suyos llegaron sumamente motivados al trazado ubicado a la vera de Ruta 2 aunque en este caso la cuotita de suerte que siempre es necesaria no estuvo de su lado.
En pruebas de clasificación el piloto de la ‘bolita’ bicolor estableció el décimo tercer puesto (a 2’’720’’’) entre más de treinta autos en una fecha que no comenzó de la mejor manera en lo que hace al rendimiento deseado producto de una serie de contratiempos que, resultados a la vista, le restaron rendimiento al siempre rendidor Fiat 600 del cañuelense.
El panorama continuó complicándose en el transcurso de la primera final, en la que luego de diez giros al circuito de 4.400 metros de cuerda, Sevillano arribó en la cuadriculada en la duodécima colocación, ante veintiséis con todas las vueltas, lo cual si bien no es malo no es lo deseado por quien viene de hacer podio y de estar todas las fechas metido en el lote de punta.
El paisaje pareció cambiar en el marco de la segunda carrera dado que, de hecho, Sevillano integró y dio lucha en las posiciones de vanguardia hasta que, promediando la carrera, la rotura de una maza provocó que el ‘fito’ bicolor perdiera la rueda trasera derecha decretando este hecho naturalmente su deserción.

Lic. Matías Folgueira – matiasf@elciudadano.com.ar