10 años después condenan a Edesur por el accidente con un pintor

A más de nueve años de un hecho conmovedor, en la esquina de Basavilbaso y Brandsen, estaba Néstor Leonardo Sánchez pintando en altura sobre una farmacia, cuando terminó despedido por una descarga eléctrica de una línea de media tensión. El Juzgado Nacional de Primer Instancia en lo Civil 63 condenó a la empresa distribuidora de energía Edesur, al considerar que el hombre fue víctima del arco voltaico y lo despidió del andamio donde estaba llevando un trabajo.  
Por el destino o Dios no murió. Terminó con quemaduras graves y golpes en distintas partes del cuerpo. Una marquesina de la farmacia en la esquina mencionada hizo que el golpe de su cuerpo no fuera peor, a pesar de una lesión que se trasladó a su columna.    
La empresa debe pagarle una indemnización tras declararla autor responsable por las lesiones de los golpes y la descarga eléctrica con quemadura. Y se sostiene que las instalaciones van en contra de lo estipulado por el Enre.  
“La energía eléctrica es un elemento y como lo es también la red o línea que la transporta o distribuye. Por tal razón, el dueño y guardián de esa energía deben responder objetivamente ante el damnificado en razón del riesgo creado”, dijo el Juzgado interviniente con asiento en CABA.   
El hecho ocurrió el 5 de noviembre de 2012, cuando Sánchez fue visto por un testigo sobre una estructura de hierro colgando, como si estuviera desmayado. Hacía instantes había sido despedido por una descarga eléctrica mientras trabajaba como pintor de obras, sufriendo a raíz de ello, graves lesiones.   
Con la sentencia pronunciada en junio, el abogado de Sánchez, Fernando Martínez, le dijo a este medio: “Edesur sigue teniendo la línea de alta tensión en el tramado urbano. Un día cualquiera, en un primer piso o segundo, una criatura o un mayor, puede ser tomada por el arco voltaico y matarla”.   
Hace unas semanas, ocurrió un hecho fatal sobre calle Brandsen en el interior de una edificación. Un obrero murió en el acto mientras estaba arriba de un andamio. Hay alguno que se pregunta si fue producto de una descarga eléctrica.   
“Es prioritario que una línea con esa energía no pase por la zona urbana. Los lugares de estas líneas están reglamentados y se están construyendo sobre ellas. De esa manera cualquiera se expone a ese arco voltaico y puede llegar a tener una consecuencia fatal o dejarlo con serias secuelas físicas”, describe el letrado de nuestra ciudad.   
“En el lugar donde fue el hecho sigue estando la alta tensión, entre el primer y segundo piso, que puede provocar un desastre”, sostuvo Martínez desde su nuevo estudio en Mozotegui 820.  Además, recordó que su defendido “se salvó por la marquesina. Pero la electricidad lo perforó y terminó con las plantas de los pies y las manos quemadas. Fue atravesado como un brochette por la electricidad”.   
“Son cables desnudos de media tensión, que hacen una curvatura hacia abajo, los que hacen una descarga”, aseveró el profesional.  Además, dijo: “Sería bueno que el 5 de noviembre de este año no solo celebremos un año más del lamentable accidente sufrido por Leonardo Sánchez y que para esa fecha la peligrosa línea de transporte de energía que provocó tantas lesiones a un trabajador de Cañuelas ya no se encuentre en esas condiciones”.  
Pero, además, comentó: “Basta levantar la vista y ver el deterioro del medio ambiente que se observa con innumerables cables cruzados por el cielo cañuelense, lo que da una triste apariencia de un asentamiento o villa miseria, o el calificativo que se quiera encontrar más adecuado para aplicar a una realidad que golpea”.  
Tras el hecho, un peritaje de un ingeniero electricista arrojó que no se habían respetado normas en el tendido de la línea de media tensión que atraviesa Brandsen y Basavilbaso, donde hay un cable de media tensión vencido, el cual hace una curvatura hacia abajo. El fallo sostiene que Edesur “lejos estuvo de aportar al esclarecimiento del hecho, en cuanto justificó su falta de aportación de plano al perito pues a su entender los mismos nada arrojarían para echar luz, dado que datarían desde la época de Segba”.  En tal sentido, señaló que “desde septiembre de 1992 la emplazada está en posesión de las cosas que hacen al servicio que presta y resulta harto llamativo que desde aquella época no hubiera relevado el estado de cosas (ya al tiempo de tomar la concesión) o confeccionando la planimetría del tendido a su cargo, empero lo cierto y exacto es que recién a raíz de este suceso habría procedido a efectuar muy próxima a la edificación situada en Brandsen y Basavilbaso, donde existe una farmacia”.   
Igualmente, el tribunal consideró al ingeniero experto “en el sentido según el cual, de no respetarse las distancias mínimas establecidas en la reglamentación, es posible que una persona sufra una descarga eléctrica a causa de la formación de un arco voltaico cuya descarga se produce por electrones a través del aire”.  
Martínez finalizó: “En inadmisible que, desde la fecha del hecho, no se hayan tomado recaudos.  Afecta la seguridad pública y debe prevenirse para evitar otro suceso similar”. 

Leandro Barni – leandrob@elciudadano.com.ar