Los teléfonos celulares de un crimen ocurrido a principios de mes se encuentran en manos de investigadores, abocados al análisis de los aparatos que fueron secuestrados durante las detenciones y allanamiento que se desarrollaron por la muerte violenta de Daniel López, en el barrio Las Chapitas.

El trabajo trata de buscar entre la capacidad de almacenamiento, las conversaciones en torno a la comisión del delito de homicidio y poder concentrarse en la investigación que lleva el fiscal Lisandro Damonte, para llegar a todos los presuntos integrantes y el rol de cada uno, informaron fuentes oficiales.

Por el caso ya se encuentran detenidos Brain Nicolás Bouchet y Diego Alberto Musse, quienes se mantuvieron en silencio ante la recomendación del defensor oficial. Lo que se informó en este medio y en otros obedeció a maniobras de un abogado que pretendió instalarse en el caso y que al final no se presentó en la causa.

En la mira están las conversaciones de Musse y de Bouchet.

Por otra parte, la UFI 1, a cargo de Damonte, investiga si al momento de la pelea con López, había más involucrados que los nombrados.

“Estamos tratando de entrar para ver la información que hay en los teléfonos”, dijo un vocero con acceso al caso, que agregó que se trabaja sobre una sola hipótesis, para dilucidar la causa que motivaron el hecho que terminó con la vida del muchacho.

En tanto el fiscal interviniente volvió a retomar las declaraciones testimoniales y determinar la responsabilidad de otras personas que estaban en el lugar. Cabe recordar que se trató de un incidente donde intervinieron varios sujetos y sobre los cuales ya habían tenido enfrentamientos anteriores. Pero con el último acontecimiento parece que no estuvieron las mismas personas que solían mantener encontronazos.

“Se está tratando de determinar la responsabilidad de todas las personas. Los que atacaron directamente a López son los dos que están presos y ahora vemos si hubo otra responsabilidad del resto de los sujetos”, expresó un investigador.

“El hecho fue una batahola y como suele ocurrir, hay quienes vieron una cosa y otros que no. Fue una típica pelea barrial, donde uno de ellos se creyó el más guapo, para ejercer la defensa de una ex mujer. Pero encima no iban contra él, cosa que le aclararon los atacantes, pero insistió en el papel del héroe y se comió las puñaladas”, resumió un investigador consultado.

Se estableció que la víctima había ido al barrio a tratar de restablecer la relación con su pareja y en ese ínterin supo que había una pelea latente con vecinos de enfrente. López se acercó hasta el domicilio donde estaba el conflicto, no lo hizo solo, y se mostró sin mucha diplomacia. La actitud parece que no cayó nada bien y fue transmitida a los destinatarios de la ‘visita’ que no estaban.

López siguió inquiriendo por el supuesto promotor del conflicto y se encontró con gente que le aclaró cómo venía el asunto, sin embargo el hombre siguió envalentonándose y provocó una pelea entre varios hombres.

A pesar que López usó un rebenque, hubo quienes blandieron cuchillos, uno de los cuales ingresó en su tórax y abdomen.

A los 39 años, perdió la vida, dejando dos hijas de 6 y 12 años. Con su aspecto de hombre rural, se ganaba la vida alambrando y con otros oficios camperos, actividades de las que se nutrió en su pueblo natal Otamendi, en General Alvarado, adonde no dejaba de volver a visitar a algunos de sus números parientes y de participar de juegos y competencias del campo.

 Leandro Barni - leandrob@elciudadano.com.ar