Una victoria 100% made in Cañuelas que le habla a la historia

Durante cuatro años seguidos, la final del Campeonato Argentino Abierto tuvo a dos equipos de Cañuelas: La Dolfina y La Natividad. No hubo un quinto año: esta vez, un conjunto de la “tierra de oportunidades” se enfrentó en la definición con uno de General Rodríguez/Pilar/Intendente Alvear. ¿Un retroceso para Cañuelas, justo la “cuna del mejor polo del mundo”?

Qué va. En esos años, los equipos eran de Cañuelas, pero algunos jugadores eran de ese otro gran núcleo polístico que es Pilar/General Rodríguez. Lo que pasó esta vez fue que los dos clubes de Alejandro Petión se fusionaron en un conjunto, con cuatro integrantes cañuelenses de pura cepa: Adolfo Cambiaso, padre e hijo, y Bartolomé (h.) y Camilo Castagnola. Fenómenos. ¿Cómo les fue? Puff...

Ganaron la final de ese Abierto de Palermo, nomás, y por buena distancia: 17-13, contra el muy buen cuarteto que es Ellerstina-Indios Chapaleufú (Facundo y Gonzalo –h.– Pieres y Antonio y Cruz Heguy). Pero no solamente eso: avasallaron en la temporada. El Argentino es el más importante, pero los abiertos de Hurlingham y Tortugas son enormes también y La Natividad-La Dolfina se los quedó.

Los números de los Cambiaso y los Castagnola juntos son impactantes, tanto que no solo relucen en el presente, sino que además empiezan a hablarle a la historia. Por lo pronto, los cuatro lucen sumados 40 goles, la máxima calificación posible en el polo, que alcanzaron apenas otros cinco equipos en los 115 años de handicaps en Argentina. Jugaron con esos 40 y los defendieron en la cancha, imponiéndose en los 12 compromisos del circuito, o sea, invictos (y en varios casos, con goleadas). Así, el cuadro azul y verde se alzó con la honorífica Triple Corona, algo que se dio 12 veces en 55 años –no tan fácil, por lo visto–. E hizo campeón de Palermo a un polista de medio siglo de edad, el colosal Adolfo Cambiaso VI, el jugador más exitoso y trascendente de todos los tiempos, que seguirá en la próxima temporada.

No tuvo que pensar mucho para decidir su continuidad, a una edad en la que casi todos en este deporte –a pesar de que el esfuerzo físico mayor es de los caballos– están retirados de la elite desde hace rato. ‘Adolfito’ disfruta compartir la cancha con su hijo, ‘Poroto’ (Adolfo VII, 20 años), y sus sobrinos (‘Barto’, de 24, y ‘Jeta’, de 20) como compañeros, y pese a todo lo que conquistó, tiene un par de récords aún disponibles como para apropiárselos, después de fijar el de cinco Triple Corona conseguidas. ‘Dolfi’ necesita vencer un par de veces más en la Catedral de Libertador y Dorrego para superar/alcanzar a los Harriott. ¿Lo intentará? Dice que no lo interesan los números, pero cuando se está tan cerca de una plusmarca importante...

Y con él, nunca se sabe. Ha conseguido mucho más que lo que él mismo imaginó y se propuso. Con los tres jugadorazos que tiene al lado, es bien posible lograrlo. Porque La Natividad-La Dolfina, que este miércoles se aseguró mantener los 40 tantos de valorización por otra temporada, le habla a la historia. Y aunque se trata de un equipo y no de dos, tan fuerte es que Cañuelas posee buenas chances de seguir dominando.

(*) Periodista de La Nación. Especialista en Polo.