Leandro Barni 02/10/2024

El Ciudadano cumple 60 años: mucho más que un medio de comunicación para los cañuelenses

Fue fundado el 2 de octubre de 1964 por José Luis Chiachio. Durante seis décadas, su impresión solo se interrumpió por un puñado de meses durante la dictadura. Historia del semanario que acompaña a todas las generaciones y su salto al mundo digital.

La primera tapa de El Ciudadano con las noticias de la primera semana de octubre de 1964.

El Ciudadano –fundado el 2 de octubre de 1964- cumplió 60 años de vida este miércoles, transformándose en el único medio gráfico del Partido de Cañuelas que logró seis décadas de continuidad. 

Hubo una excepción, que fue el semanario parroquial La Verdad, surgido en 1932 e interrumpido hace 20 años. 

Fueron sus directores José Luis Chiachio (1964-1974), Arturo Gallino Dungey (1974-1975), Carmelo Seiano (1975-1976), Hugo Osvaldo Cariola (1977-1988), Juan Carlos Iturralde (1977-2000), Gabriel Iturralde (2000-2019) y Rodolfo Herrera (2019-2021). Desde noviembre de 2021, está a cargo de Daniel Avellaneda. 

En la extensa lista de colaboradores y redactores hay que mencionar a Carlos A. Narvaja, Osvaldo J. Lanfranchini, Eulalio Godoy, Aníbal Fantino, José J. Martínez, Nina Saetch, Daniel Roncoli, Amira, Maira, José María Cherutti, Campitos, Alfredo Morgante,  Urfelio Badano, Eduardo Labari, Héctor Leonardo Rivarola, Luis Angel Gil, Alicia Césaro, María Luisa Sorribas,  Marta R. Mazzanti, Silvia Conti, Amilcar Berrueta, Martínez Campos, Gustavo López, , Mirta Aguirre, Claudia Pérez, Jorge Claudio Morhain, Mercedes de Peroncini, María Lydia Torti, Mario Cajaraville, Oscar Iriarte, ‘Contreritas’, Lidia Skamelka, Elena Lus, Aníbal Zabala, Oraldo Giatti, Rubia Muyre, Fabián Peduto,  Silvia Maestu, Anabel Sierra, Roberto Reyes, Gervasio Rivero, Ignacio Marcos, Abel Ludueña, Osvaldo San Martín, Tomás ‘Tito’ Riva, José Luis Gonzalo, Miguel A. Suárez, Eduardo O’Gorman, Marcelo Saiz, Horacio Agüero, Dante Rissi, María Amelia Martínez, Ronaldo Urruti, Pablo Garavaglia, Telma Martines, Julián Velázquez, Candela Páez, Diego Sánchez, Germán Hergenrether, Matías Folgueira, Leandro Barni, Marcelo Romero, Jonatan Pedernera, Martín Aleandro y Martin Millán. 

José Luis Chiachio, Hugo Cariola y Juan Carlos Iturralde, tres de sus directores y pioneros.

En 1964, un grupo de entusiastas vecinos encabezado por José Luis Chiachio tuvo la idea de publicar un periódico que contara lo que sucedía en el pueblo, ya que el semanario de la parroquia era el único medio de aparición regular. 

Fue así que el viernes 2 de octubre salió a la calle el primer número, impreso en los talleres gráficos de Juan Carlos Iturralde y Hugo Cariola, ubicados en Del Carmen 657. 

La aparición del número uno coincidió con dos noticias trascedentes: la visita del presidente francés Charles de Gaulle a la estancia San Martin de Vicente Casares, en el marco de una guía por distinto países de Sudamérica, y la aprobación del tendido de agua corriente en el casco urbano de Cañuelas, luego de comprobarse los altos de niveles de contaminación bacteriológica. 

Orígenes del semanario

Hacia 1964, Chiachio era el presidente del Club Estudiantes. Le decían el ‘Gordo’ y también era conocido como ‘cricket’ entre los socios de la institución, a la que había ampliado sus instalaciones. Era un comerciante inquieto y con buen humor. Había dirigido el bar El Guaraní, ubicado en Del Carmen, casi esquina San Vicente (frente a la estación de servicio YPF) y a mediados de los 60 tenía a su cargo el buffet del Club Estudiantes junto a su hermano Marciano. Y durante una noche de verano, mientras tomaba un café con el secretario Miguel ‘Miguelito’ Suárez; el secretario de actas, Luis Angel Gil; el tesorero Pedro Pelorosso y los vocales Gallino Dungey, Vortaire y O’Gorman, querían difundir las actividades del club, sobre todo un baile de carnaval. 

Y como el semanario de la parroquia eran publicaciones exclusivamente católicas, salían a las calles a pegar afiches, hasta que se preguntaron por qué no hacer un diario. La ocurrencia fue seguida de un nombre: El Ciudadano, por la película de Orson Wells, pero para darle un sentido de pertenencia local le agregaron ‘de Cañuelas’. 

Fue entonces que Chiachio empezó a reunirse con los propietarios del taller gráfico Iturralde & Cariola para avanzar en el proyecto que habría de terminar de gestarse el 2 de octubre. Mientras que se ocupaba de las cuestiones económicas y las relaciones públicas, la parte periodística recayó en Gallino Dungey, quien era un jubilado de la Caja Nacional de Ahorro Postal, que en la década del ‘50 había elegido vivir en nuestra ciudad. Además de su facilidad para la escritura -de ficción y no ficción-, fue un agudo historiador aficionado, fundó el Centro de Estudios Históricos, promovió la creación de un museo cañuelense y fue concejal del Partido Justicialista. Por su iniciativa como edil se estableció que el 22 de enero se tome como el punto de partida del distrito de Cañuelas. 

Estos hombres, además, convocaron a un grupo de colaboradores, entre los que estaban Miguel Suárez y el ‘Turco Escalera’ (J. J. Martínez), quien era un celador de la Escuela Estrada y demostraba buena pluma para las columnas deportivas, en las cuales exhibía conocimiento de los clubes locales y su historia. 

A lo largo de su primera década, El Ciudadano conjugó el trabajo artesanal de la linotipia y la redacción de noticias con un estilo literario aportado por Gallino Dungey, pero afianzando un perfil editorial que se mantuvo inalterable, atento a las necesidades de la comunidad, con un fuerte sentido de pertenencia y una clara identidad local. “Paradigma de comportamiento civil”, era el lema de aquel período que figuraba en la página 2 y en su sección editorial. 

En esa conjunción de ideas y esfuerzos materiales continuó hasta que el 9 de agosto de 1974, Chiachio transfirió El Ciudadano a un grupo de dirigentes del justicialismo que, por ese entonces, gobernaba el municipio local, continuando en la dirección Gallino Dungey, quien luego de seis meses murió en un accidente de auto. Fue el 1° de marzo de 1975, en Paso de las Carretas, Mendoza, mientras vacacionaba con su  mujer Carmen Maessen, quien terminó herida. También falleció la esposa del conductor del vehículo, que resultó con lesiones. Sus restos fueron velados en el Concejo Deliberante local. La dirección pasó a Seiano, perteneciente al grupo que había adquirido El Ciudadano

Tras el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, El Ciudadano se vio obligado a suspender sus publicaciones el 9 de abril de ese año, “debido al alza incesante del costo del papel y hasta tanto se solucionen las razones económicas que afectan la normal salida de este semanario, la Dirección suspende su publicación”, señalaba en su página 7. 

Desde 2009, El Ciudadano tiene sus oficinas en Belgrano 748, pleno centro de Cañuelas.

Asimismo, la Municipalidad fue intervenida y se designó al mayor del Ejército, Osvaldo Peñaloza, y el intendente Carlos Durante –otro de los propietarios de este medio- fue relevado. Dichas situaciones impulsaron a los responsables de la publicación a suspender la tirada. Seiano murió cuatro meses después de la interrupción del semanario. Fue el 28 de agosto de ese dramático y trágico 1976.  Era el último director de la primera época. Chiachio, fundador y primer directivo, dejó de existir también en agosto, el día 23, pero de 1980. 

Tras un paréntesis de quince meses, El Ciudadano reapareció el 25 de junio de 1977,  bajo la dirección de Juan Carlos Iturralde y Hugo Cariola, hasta su muerte el 18 de noviembre 1988. Se continuó con  ‘Pecheque’ Iturralde, con quien se inició un camino de modernización técnica: la añeja compaginación mediante la linotipo Mergenthaler, importada de Estados Unidos en 1911, fue suplantada por el sistema offset.  Debido a su fallecimiento, el 11 de diciembre de 2000, siguió en manos de su único hijo, Gabriel Iturralde. 

Participaron en su diagramación e impresión Arnaldo Boccazzi, Jorge Lafranchini, Hugo Rodríguez, José Galeani, Darío y Miguel Ludueña, Carlos Fernández, Roberto Barreto, Juan Carlos Suárez, Gustavo Müller, Miguel Martín, Daniel Quiroga, Juan Peralta y Mauricio Bisbal. 

Con ‘Pecheque’ Iturralde, en 1994 se empezaron a entregar premios a personas que se destacaran en Cañuelas por su labor personal o comunitaria. Y a partir de 1999, se llamaron ‘Mariano Moreno’. Era un reconocimiento en áreas como cultura, deporte, letras, política, labor policial, actividad comunitaria e institucional. Estas distinciones luego fueron continuadas por Gabriel Iturralde. 

En abril de 2009, al celebrar su 45º aniversario, El Ciudadano inauguró el edificio de calle Belgrano 748. Un año más tarde, se lanzó la versión online y se incorporó el color a la impresión.  Asimismo, se lanzó el libro sobre los cañuelenses que participaron en el conflicto de Malvinas, escrito por el abogado Carlos Biangardi Delgado. 

La linotipo ya es un objeto de exhibición. Funcionó en los primeros 15 años del semanario.

Luego, en 2017, se viajó a las Islas con el veterano de guerra de nuestra ciudad, Luis Mario, y se intentó depositar una imagen de la Virgen del Carmen en el cementerio de Darwin. Y siempre, a la par de la tarea periodística, se acompañó la iniciativa del odontólogo César Rolandelli en su proyecto de creación de la bandera local. Por otro lado, la Asociación de Entidades Periodísticas (Adepa) entregó al medio una mención especial en la categoría de Investigación Periodística por su trabajo sobre los falsos médicos del hospital Marzetti. 

El Ciudadano cumple 60 años y sus páginas forman parte de la vida cotidiana de Cañuelas. Ahora, apoyadas por su portal, aggiornado a esta era digital. Con el espíritu de siempre, claro.