Un niño de 10 años falleció en la tarde de este miércoles 8, tras ser embestido por una formación del Tren Roca en la localidad de Máximo Paz, a metros de un acceso peatonal y de la estación maximopaceña. El hecho también alteró el servicio del ramal.

Según señalaron testigos presenciales, la víctima, identificada como Ariel Dago Benítez, había terminado su jornada escolar del establecimiento N°28 y regresaba a su hogar en compañía de su madre, Sonia Barreto, de 40 años. Al parecer el niño se quiso adelantar para cruzar la vía  y dejó atrás a la mamá, cuando en esa circunstancia fue embestido por la formación férrea que circulaba con destino a Ezeiza, sin percatarse del inminente peligro que representaba la llegada del tren.

El suceso fue a la altura de la calle Moctezuma y las vías, alrededor de las 16.30. A pesar de los esfuerzos del maquinista Raúl Zerda, de 42 años, por advertirle mediante el uso de la bocina, el trágico desenlace fue inevitable.

Inmediatamente después del accidente, los servicios de emergencia fueron desplegados en el lugar, pero nada pudieron hacer para salvar la vida al menor, quien falleció en el acto debido a las graves heridas sufridas por el impacto.

La policía, con sus peritos, trabajó en el lugar, realizando pericias de rigor y las actuaciones judiciales fueron trasladadas a la Fiscalía 2 de Cañuelas, que deberá determinar fehacientemente qué sucedió.

El siniestro provocó comentarios en la zona. “Cientos de niños cruzan a diario desde Máximo Paz Oeste, la Ruta 205 y las vías del tren, para dirigirse a sus escuelas a dos kilómetros. En las cercanías está la Escuela N° 35, cuya construcción está paralizada: faltan las terminaciones que debían estar listas este último verano. Y hace años que se reclama para colocar semáforos en la ruta.

La desidia gubernamental hoy no le permite a Ariel festejar con su familia y pesará sobre la conciencia de los funcionarios. Cuántos niños más debemos perder para que el Municipio atienda las necesidades del pueblo de Máximo Paz”, difundieron desde la Sociedad de Fomento Las Praderas.

El niño, que vivía con su familia en el barrio La Pradera, fue velado en la Cochería Rodríguez, en Cañuelas.