¿Quiénes son los ñoquis que se refugian en ATE Cañuelas?
Patricia Rodríguez no quiso atender a El Ciudadano. Por la mañana, en lugar de cumplir sus funciones en el hospital Marzetti, se encontraba en el anexo sindical. Está señalada por los vecinos del barrio San Ignacio por participar de diferentes altercados.
La seccional de ATE de Cañuelas sigue sumando hechos lamentables. Desde hace tiempo, mantienen una barrera con el periodismo. Una de las becarias del Ministerio de Salud sigue en plena tarea en la calle Hipólito Yrigoyen, sumando ausencias en el Hospital Marzetti.
Se trata de Patricia Rodríguez, una de las cabecillas en el anexo, quien es conocida por varios altercados policiales. En realidad, no directamente con ella, si no con sus hijos, a quienes más de una vez intentó liberarlos usando la fuerza mayor contra los efectivos. Los vecinos del barrio San Ignacio señalaron a Rodríguez como una de las figuras más prepotentes de la cuadra. Sin ir más lejos, según pudo averiguar El Ciudadano, la mujer de 56 años hirió a un oficial con un machete.
De hecho, cerca de su casa, en Salta y Finochietto, se han realizado varios allanamientos por venta de drogas y elementos robados.
Otro dato no menor es que desde que la mujer se instaló en la sede del centro, utiliza la camioneta de ATE, un bien de los afiliados y de la seccional, para sus tareas diarias. Así se la ve en el centro de la ciudad. Es más, el utilitario descansa en su propia casa y este medio todavía no constató que Rodríguez cuente con cédula azul o alguna habilitación para conducir.
Silvia Amicone y Laura Ferrer, los otros nombres en cuestión, llenaban la lista del vacunatorio del club San Martín , donde pinchaban papeles y colaboraban en la administración. Una vez que se cerraron estos centros, Ricardo Aristegui les consiguió el pase al Hospital Marzetti, pero ahí, no encontraron tareas para justificar sus funciones.
Si bien ‘Riky’ tuvo que delegar funciones con las elecciones consumadas, son cargos figurativos, ya que las secretarias, en principio, fueron trasladadas al anexo de Yrigoyen para limpiar y acomodar las oficinas.