Juntos por el Cambio se rompe tanto en Cañuelas como en el Conurbano

Luego de la debacle electoral de Juntos por el Cambio, ya mostrada en las PASO y ratificada con el fracaso en las elecciones generales de octubre, el hecho pasó factura y repercutió en varios niveles del país. Las disputas internas en Juntos, agigantadas tras el acercamiento de sectores del PRO a Javier Milei hizo que, en principio, la coalición haya dejado de ser tal como había sido concebida. Macristas, radicales y la Coalición Cívica optaron por volver a ser fuerzas independientes en el ámbito de la Legislatura bonaerense. Y a la atomización opositora contribuyó decididamente la fervorosa puja interna de La Libertad Avanza. Los libertarios terminaron conformando cuatro bloques en medio de una pelea que alcanzó altos decibles.

También saltaron diferencias en el Senado bonaerense. La Libertad Avanza se dividió en tres bancadas y hubo fractura de Juntos por el Cambio. Antes de las elecciones, en varios municipios los bloques que integran Juntos por el Cambio ya trabajaban cada uno por su cuenta, pero coordinados.

En Cañuelas también se trasladaron esos resultados y -tras la implosión- hubo bloques separados en el Concejo Deliberante, aunque se supone que podrán acordar en algunos temas. En definitiva, están los radicales, los amarillos y los bullrichistas.

De esta manera, en el recinto legislativo local la situación se complicó porque a la ruptura de JxC como espacio integrador, se sumó la escisión de la concejala Natalia Blasco que responde a Patricia Bullrich y Cristian Ritondo. Entonces, para diferenciarse, armó un bloque unipersonal y se fue del espacio que lideraba con su compañero de bancada Santiago Mac Goey (del PRO larretista), a quien había mandado varios mensajes, pero las tensiones nunca se abandonaron. Blasco no paró de trabajar y dialogar con el radicalismo y otras fuerzas para tomar decisiones. Cuando se le preguntó por “el futuro nuevo modelo” de relación con sus ex socios, la referente de la ministro de Seguridad explicó que “no veía bien una división del bloque frente a la ciudadanía”.

La ex alianza quedó conformada así en el Concejo local: la UCR (Leonardo Iturmendi, Claudia Pelereteguy, Ema Corbalán); el PRO (Mac Goey, Patricia Rolandelli, Darío Morena) y La Fuerza del Cambio-PRO (Blasco).

Así está el nido amarillo, dividido y comprometido a mostrar equilibrio entre los sectores de la oposición. El PRO “loteó” la conducción de sus bloques legislativos en busca de la paz interna, sin dañar nuevamente los liderazgos, que quedaron en cuestión tras la derrota electoral del año pasado.

En tanto, como se sabe después de los resultados de la última elección, La Libertad Avanza tiene un bloque unificado de dos concejales, con Juan Bautista Augusto (mileísta), quien está a cargo, y Valeria Medina (vecinalismo).

Se verá qué sucede en la futura sesión extraordinaria de este mes para el tratamiento de un proyecto de ordenanza del Poder Ejecutivo local sobre la promoción industrial que contempla una reducción de la carga tributaria a los fines de incentivar la radicación de las pymes y las empresas de distintas escalas en el distrito de Cañuelas.

Este esquema rupturista no solo es local. En varios municipios del AMBA, la alianza de Juntos ya no funciona en unidad. Fragmentaciones totales e interbloques, es la nueva realidad de la coalición mentada por Mauricio Macri, Elisa Carrio y Ernesto Sanz. Lo que supo ser una coalición dejó de existir como se dijo y, pese a los esfuerzos que hacen algunos de sus dirigentes, poco quedó de aquella unión de expresiones políticas que logró gobernar la Argentina y esta provincia durante cuatro años.

Sin embargo, todos miran de reojo el tablero provincial y nacional, tras el acople de macristas, bullrichistas y otros amarillos a los libertarios. Qué sucedería si más integrantes del PRO van hacia donde está parado el presidente de la Nación. Los radicales de Diputados de la Nación están amagando con no rechazar el megadecreto de Javier Milei que elimina cientos de leyes y desregula la economía. Lo cierto es que se viene otra hecatombe interna en un espacio que tiene sus acuerdos sujetos con cuerdas poco gruesas.