Procesan al padre de un jugador de Racing por un robo en Cañuelas

El papá de Agustín Almendra, jugador de Racing, se negó a una requisa policial y quedó imputado en una causa por “averiguación de ilícito y desobediencia”. Se cree que el progenitor del volante y sus compañeros están involucrados en varios hechos delictivos en toda la zona sur, incluso Cañuelas.

Almendra sonó en otras secciones por sus conflictos en Boca y por las situaciones vinculadas a los robos de parte de su familia. Ahora, su padre fue involucrado en un delito junto a un grupo de personas con varios antecedentes. Son investigados por atracos en Cañuelas, San Vicente y Ezeiza.

Pablo, de 44 años, se trasladaba con otras cuatro personas en un Volkswagen Polo Blanco que siguió de largo ante un intento de identificación policial en La Plata. Los efectivos estaban en la búsqueda de una banda que había entrado a robar poco antes a una quinta de la zona.

Entre los acompañantes de Almendra se encontraba un muchacho que tiene causas por robo “triplemente calificado”, dijeron los voceros, quienes agregaron que adentro del automóvil se hallaron guantes de látex y tela, barretas, pinzas, celulares, valijas y dinero.

Por orden de la titular de la UFI N°17 de La Plata, María Eugenia Di Lorenzo, se inició una causa por “desobediencia y averiguación de ilícito”, en el marco de la cual los cinco hombres fueron indagados y, tras ello, liberados. Además, aseguraron que son investigados por robos en la zona de Cañuelas, San Vicente y Ezeiza, y que tienen antecedentes por “lesiones graves, robos y resistencia a la autoridad”.

Pablo Almendra y sus cómplices, de espaldas, en el momento de la detención. El papá del jugador ya quedó libre.

El futbolista de 23 años pasó de todo. Nacido en San Francisco Solano, tuvo una crianza llena de carencias y cuando parecía que su vida se encauzaba gracias a la pelota, empezaron a surgir problemas judiciales de todo su círculo íntimo. En 2018, a sólo unos pocos meses de su debut en Primera, la Policía hizo un allanamiento en la casa que compartía con su novia, Cecilia Maciel, y se llevó a ésta detenida acusándola de liderar una banda que vendía pastillas abortivas por las redes sociales. Pero este fue sólo el comienzo de la pesadilla: pocos días después, también cayeron presas la madre del jugador, una de sus hermanas y una tía, también acusadas del mismo delito.

Al año siguiente, el que entonces cayó detenido, en agosto de 2019, era uno de sus tíos, que tras unos allanamientos en Quilmes quedabó preso junto a otras tres personas bajo la acusación de “narcomenudeo, tenencia ilegal de arma de guerra y posesión de celulares”.

A los meses, su propia abuela y otro tío, en Almirante Brown, fueron capturados bajo los cargos de infracción a la ley de drogas. Los encontraron con 120 dosis de clorhidrato de cocaína, elementos para cortar el estupefaciente, balanzas de precisión, envoltorios plásticos y mucho dinero. Como si fuera poco, entró en conflicto en el ‘Xeneize’, dejó de entrenar y el futuro se presentaba cada vez más negro. El combo era explosivo: deprimido, con la pandemia que además lo confinaba a la casa, sin entrenar y con el sinfín de actos delictivos que protagonizaban los miembros de su propia familia, pensó seriamente en dejar de jugar.

Recaló en Racing gracias al pedido del entonces entrenador de ‘La Academia’, Fernando Gago, y retomó el nivel. Pero los problemas en la familia volvieron a decir presente en su carrera.