La Marcha Federal Universitaria arrancó esta tarde del martes 23 con una masiva presencia de la comunidad educativa, dirigentes políticos y sindicalistas opositores, organizaciones sociales y manifestantes no encuadrados que desbordaron las calles de la Ciudad de Buenos Aires y, al menos, impidieron la aplicación del llamado “protocolo anti-piquetes” con el que amenazó el gobierno.

La marcha en CABA unió la Plaza de los dos Congresos con la Plaza de Mayo y es replicada en muchas ciudades del resto del país. En la Capital Federal se estimó la presencia de más de 150.000 manifestantes, aunque algunos sostuvieron que hubo alrededor de 800.000 personas en la movilización y más de un millon y medio en todo el país.

En las calles, la presencia es multitudinaria, al punto que se interrumpió el tránsito en varios tramos del trayecto y en las inmediaciones de ambas plazas, a pesar de lo cual el gobierno no aplicó el Protocolo. La Ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, había advertido con un firme accionar contra los manifestantes si había cortes, aunque admitió que si el número de participantes en la protesta era muy grande eso se iba a dificultar. Parece haber sido el caso y más teniendo en cuenta que todo fue "pacíficoæ y no se reportaron incidentes ni desórdenes.

El Gobierno, de todos modos, terminó de romper el diálogo con la comunidad universitaria al señalar que “está finalizada” la discusión por el financiamiento presupuestario. El ministro del Interior, Guillermo Francos apuntó a la participación “política” y dijo, además, que “estamos todos entendiendo, salvo los que marchan hoy, que todavía no comprendieron cuál es la verdadera situación del país“.

Desde el Ministerio de Capital Humano que encabeza la licenciada Sandra Petovello habían confirmado -previamente a esta movilización- que "los pagos para actualizar los presupuestos de las universidades públicas ya fueron realizados, pero que el Gobierno va a auditar en que se gasta, cumpliendo con lo dispuesto por el articulo 2 de la Ley 24.521". 

También se supo que en el día de hoy renunciaron dos funcionarios de dicho Ministerio horas antes de la marcha univesitaria. Se trata de Maximiliano Keczell, uno de los más estrechos colaboradores de la ministra Petovello y responsable de Legales dentro de la cartera, y de Gerardo Marcelo Hita, director del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales. Ambos profesionaes invocaron "razones personales" en sus respectivas dimisiones. 

En la marcha de CABA se hicieron presentes el gobernador Axel Kiciillof; el triunvirato de la CGT encabezado por Pablo Moyano; el exjefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta, y el ex candidato a presidente Sergio Massa (junto a su mujer Malena Galmarini), Juan Grabois, Máximo Kirchner junto a referentes de La Cámpora, el presidente de la UCR, Martín Lousteau, y dirigentes de la izquierda, como Myriam Bregman. entre otros. En el Instituto Patria, la ex vicepresidenta Cristina Kirchner salió al balcón y saludó a los manifestantes exhibiendo un buzo blanco con la inscripción UNLP (Universidad Nacional de La Plata).

En la Plaza de Mayo se leyó un documento con un fuerte reclamo de fondos. "La lucha no termina no termina hoy. Si bien perdimos una elección, no nos han vencido", dijo Tati Almeida, una de las Madres de Plaza de Mayo.

El presidente Javier Milei reaccionó, por su parte, con una jornada de intensa actividad en las redes sociales, donde compartió mensajes de otros usuarios contrarios a la marcha. Entre ellos, uno del legislador porteño Ramiro Marra quien indico que “la casta política secuestró la educación". Y que "la CGT, el kirchnerismo, el Partido Comunista son lo peor de la política utilizando a la educación pública para atacar al Gobierno. El que no lo ve es porque no quiere. Defendamos la educación pública, pero vamos a eliminar el curro político”.

La marcha –que se replicó en las grandes ciudades del interior- fue convocada de manera conjunta por el Frente Sindical de Universidades Nacional, que nuclea a los gremios docentes y no docentes, Conadu, Conadu Histórica Fedun, Fagdut, UCA, CTERA y Fatun; la Federación Universitaria Argentina (FUA) –que representa a más de dos millones de estudiantes- y el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), que congrega a las autoridades de 57 universidades nacionales y 14 provinciales.

Al canto de “la UBA no se vende, la UBA se defiende”, una masiva columna de la UBA partió ,de la plaza Houssay, encabezada por su rector, Ricardo Gelpi y el vicerrector Emiliano Yacobitti, y recorrió las avenidas Córdoba y luego Callao, hasta llegar a la Plaza del Congreso, en medio de un importante despliegue de fuerzas de la Policía Federal, Prefectura, Gendarmería y Policía de la Ciudad.

La crisis del sistema universitario se desató por el reclamo que encabezó la UBA por la falta de presupuesto que afecta el funcionamiento de la casa de estudios más grande del país y el resto de las universidades nacionales. El conflicto se provocó por la decisión de prorrogar el Presupuesto de 2023, que quedó licuado por la alta inflación. El Gobierno anunció el jueves pasado una “propuesta consensuada con el Concejo Interuniversitario Nacional” respecto a la situación presupuestaria de las universidades públicas.

La decisión del ministerio de Capital Humano, que tiene bajo su órbita a la Secretaria de Educación, dispuso un aumento del 70% en marzo llevando la asignación por gastos de funcionamiento a más de 10 mil millones mensuales para las universidades nacionales.

En tanto que anunció otro 70% en mayo, alcanzando los 14 mil millones mensuales, que totalizando un 140 % de aumento sobre la asignación base de más de 5 mil millones mensuales. Además, la medida asignó una partida extraordinaria para necesidades de los hospitales universitarios por una suma de 14.403.479.661 de pesos. Desde la UBA salieron a desmentir el acuerdo y señalaron que la medida era “insuficiente”.

Antes del inicio de la marcha, el vocero presidencial, Manuel Adorni aseguró que la discusión sobre presupuesto destinado a las universidades “está saldada y transferida”.

La pata política de Cañuelas

Columnas de docentes y estudiantes de otras casas de estudio públicas del conurbano –como Moreno, San Martín, Avellaneda, La Plata y Cañuelas, entre otras- llegaron en tren a las estaciones de Constitución, Once y Retiro para sumarse a la marcha, en tanto que las líneas de subte también se vieron desbordadas.

Hubo gente de Cañuelas presente, como la intendenta Marisa Fassi, junto a su marido, el ex jefe comunal y diputado del Parlasur, Gustavo Arrieta. Asimismo de nuestra ciudad, también asistieron el consejero escolar Guido Peralta, integrantes del Instituto Cultural Cañuelas y la diputada provincial del Frente Renovador, Ayelén Rasquetti, la concejala de UP, Malena Reimer; el secretario de Relaciones con la Comunidad, Enrique Alcoba; el ex concejal y docente Rodrigo Ruete, militantes de la Casa de Todos, del Frente Grande Cañuelas. Otros de los alcaldes presentes fueron Fernando Espinoza (La Matanza); Nicolás Mantegazza (San Vicente) y Jorge Ferraresi (Avellaneda).

 Muchos manifestantes portaban libros y libretas universitarias en alto. Docentes, no docentes, autoridades, investigadores y estudiantes universitarios protagonizaron la marcha, que tuvo su epicentro en la Plaza de Mayo, pero se replicó en las provincias, con un paro nacional y jornadas de protesta en defensa del sistema universitario y científico público argentino, para reclamar contra el desfinanciamiento que lleva la administración de Milei.

Detrás de los referentes educativos, se ubicaron los representantes de la organizaciones de derechos humanos, como Abuelas y Madres de Plaza de Mayo y el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel. Entre los gremios participaron dirigentes de la Asociación Bancaria, la UOCRA, el Sindicato de Seguros, de la Carne, trabajadores aeronavegantes, de la Unión Ferroviaria y de Sipreba, entre otros.