Durante esta semana, y después de dos años, se pudo llevar adelante una paritaria nacional. La negociación federal había sido derogada por Mauricio Macri en enero de 2018. En su lugar, se había fijado que el salario inicial docente sería un 20% más de mínimo vital y móvil. La reunión estuvo comandada por el ministro de Educación Nicolás Trotta y el de Trabajo, Claudio Moroni, y participaron los secretarios generales de los cinco gremios con alcance nacional: Ctera, Uda, Cea, Amet y Sadop. Con el arreglo a nivel nacional, avanzarán las negociaciones en las provincias. El piso salarial pasará a 23 mil pesos.
Al finalizar la reunión nacional, Nicolas Trotta expresó: “Hemos convenido con las 5 organizaciones sindicales una propuesta que incluye el componente salarial pero también implica un proceso de debate. Queremos dejar atrás cualquier etapa de confrontación con maestros y maestras. Esta reunión ha implicado un proceso de recuperación progresiva del salario, queremos debatir el rumbo de la educación junto a los y las protagonistas”. La intención del Gobierno es dejar la mesa paritaria “abierta” a lo largo del año para evaluar el impacto de la inflación sobre los salarios, para que los ingresos de los docentes queden por encima de los valores inflacionarios.

Paritaria bonaerense
En la provincia de Buenos Aires, los secretarios generales de los gremios que integran el frente -Suteba, Feb, Udocba, Amet y Sadop-  recibieron la primera oferta por aumentos de sueldos. La suba ofrecida fue del 16.66% en dos cuotas, para marzo es de 8,9% y la segunda para junio de 7%. Según las cifras oficiales, con la oferta realizada, el salario de bolsillo de un maestro de grado de jornada simple sin antigüedad pasaría de $26.623 a $29.000 en marzo y ascendería a $31.058 en junio. En tanto, para un docente con 24 años de antigüedad se elevaría de $35.960 a $39.117 en marzo y $42.003 en junio. Por otro lado, quedará abierta una mesa de diálogo para rever el acuerdo en caso que la inflación supere el aumento ofrecido.