–¿Cómo está la situación de la pandemia hoy día en Cañuelas?
–El Hospital Marzetti y el Hospital Cuenca están trabajando en forma conjunta ya desde el comienzo de la pandemia, organizando y garantizando la atención, tanto de los pacientes con COVID, como de los pacientes no COVID. Situación que no teníamos al inicio de la pandemia por la aplicación de la ASPO (Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio), cuando casi todos eran COVID. Hoy en día tenemos otras patologías que también ocupan camas en terapia, eso requiere una reorganización constante y un trabajo en conjunto de todo el equipo de salud, tanto en Cañuelas, como en el resto de los municipios vecinos, como San Vicente, Presidente Perón, Marcos Paz y General Las Heras, para tener disponibilidad de camas, para que todos los pacientes que requieran asistencia respiratoria y otros cuidados de mayor complejidad, los tengan.
 
–Los pacientes con otras patologías, que pospusieron su atención y tratamiento por temor a la pandemia y que se están atendiendo hoy, más los pacientes que está provocando la segunda ola de COVID, ¿pueden provocar un cuello de botella sobre el sistema de salud?
–Hubo pacientes que por miedo, por desconocimiento o por falta de accesibilidad al sistema, no pudieron atenderse con su médico de cabecera, su diabetólogo, su médico clínico, pero eso ocurrió en todo el mundo. Sin embargo, no son esos pacientes los que más requieren camas en las terapias, en realidad, los que más requieren de estas camas son pacientes jóvenes que han sufrido accidentes de tránsito con lesiones graves, traumatismos cráneoencefálicos, politraumas. Al principio de la pandemia, como había disminuido la circulación, también disminuyeron los accidentes de tránsito y por ende los accidentados.
 
–¿Sirvió el plan que llevó a cabo el Gobierno durante la ASPO para reacondicionar, renovar y reactivar  todos los centros de salud (y crear nuevos) para enfrentar la pandemia?
–Si sí, totalmente. Sirvió para fortalecer el sistema de salud. Justamente en Cañuelas nosotros en el hospital municipal tuvimos una reunión con las autoridades del Hospital Cuenca Alta y acordamos derivarles todo lo relacionado con obstetricia y maternidad, para así nosotros poder utilizar ese sector para aislamiento COVID. Solo atendemos en el hospital (Marzetti) partos en el periodo expulsivo.
 
–¿Cuánto se ha incrementado el número de nuevos infectados en esta segunda ola de la pandemia?
–Se registran aproximadamente, entre 160 y 170 casos activos, pero sin complicaciones graves, porque en su mayoría son pacientes jóvenes, sin embargo, igual requieren que nuestros profesionales les hagan el seguimiento correspondiente.
 
–La infraestructura está, ¿y el personal?
–El material humano se está agotando, y se está agotando desde el punto de vista físico, realmente hay un agotamiento extremo, tanto de los médicos de guardia, como del personal técnico y los enfermeros. Contamos con los barbijos, con todos los insumos necesarios, pero lo que está al límite es el personal.
 El doctor Charlón, a cargo de la Dirección del Hospital Angel Marzetti.

–¿Qué tareas se prevén en el hospital para el 2021?
–Ya está en proceso la refacción y restauración del sector de Maternidad, falta poco para terminarlo. Luego seguiremos con los Consultorios Externos, que se realizará en dos etapas y por último el sector de Internación del Cáceres, que también se realizará en dos etapas, para no alterar justamente la internación de los pacientes. Estamos haciendo un gran esfuerzo para poder brindar y organizar una mejor atención.
 
–¿Deberemos convivir con la pandemia durante dos o tres años más?
–El virus se va a quedar, como pasó con el virus de la gripe y como pasó con otros virus, pero a medida que se vaya inmunizando a toda la población, el ser humano va a ir adquiriendo anticuerpos. Es un proceso que va a llevar su tiempo.
 
–¿Qué consejo le daría a la población para encarar este otoño 2021?
–Lo que todos ya saben, la prevención, la utilización del barbijo, el lavado de manos y el distanciamiento. Pero si alguien no quiere cuidarse, que por lo menos no exponga a sus seres queridos, al vecino, a las personas vulnerables. Es decir, por lo menos que cuide al abuelo, al tío, al hermano que tiene diabetes. Que no exponga a otros al virus. No falta mucho, en Cañuelas la semana que viene terminaremos de vacunar cerca del 90 por ciento de los mayores de 60 que se anotaron. Lo otro que es importante, es difundir, para aquel que todavía no se inscribió, pida ayuda y lo ayudemos a anotarse, para que pueda vacunarse.
 
–¿Qué opina Ud. de aquellos medios que han sembrado miedo y dudas para que la gente no se vacune?
–La verdad, es horripilante el hecho de generar o inculcar miedo en la población. Llegó al punto de que algunas personas, al momento de vacunarse, sufrieron algún tipo de complicación, incluso les bajó o les subió la presión, situación que nada tiene que ver con la vacuna en sí. La verdad es realmente un disparate y yo, que además de director ejerzo como médico, veo que aún hay gente que sigue diciendo ‘no se si me voy a vacunar’. Pero no hay otra, hay que vacunarse. Es importantísimo que esa gente recapacite, piense y se vacune.

­­Por Martín Alejandro y Claudio Rodríguez