Marisa Fassi y la segunda ola

Política 03 de abril de 2021 Por El Ciudadano
31-3 operativo desinfeccion (1)

Desde el inicio de la pandemia, la intendenta Marisa Fassi realiza un seguimiento minucioso de los indicadores epidemiológicos. Según cuentan sus colaboradores más cercanos, diariamente recibe un parte con la cantidad de nuevos casos y de recuperados, y de un tiempo a esta parte pidió también que le informen todos los días sobre el estado de ocupación de camas en los Hospitales Cuenca y Marzetti, y de la cantidad de vacunas aplicadas en cada uno de los vacunatorios.
Por eso, el incremento de casos no la sorprendió. A principios de la semana pasada le pidió a su gabinete volver a reunir al Comité de Salud para analizar la situación: “ya empezó la segunda ola”, dijo la alcaldesa.
El Comité de Salud se reunió el viernes pasado, y se expusieron los datos que Fassi ya conocía: una suba de casos, sumado a un incremento en la ocupación de camas. La jefa comunal solicitó entonces tomar algunas medidas que sirvieran para mitigar la situación, y se decidió limitar los encuentros a no más de 10 personas, y determinar el cierre de bares y locales gastronómicos a las 2 de la madrugada. Son exactamente las mismas medidas que apenas cuatro días después dictó la Provincia para 110 municipios en Fase 4, entre ellos Cañuelas.
Cuando el domingo la Nación publicó un listado de municipios agrupados por “riesgo epidemiológico”, teniendo en cuenta la razón y la incidencia de casos (es decir, la comparación de los casos acumulados en los últimos 14 días con los los 14 anteriores, y los casos confirmados en los últimos 14 días cada 100 mil habitantes), Cañuelas apareció entre los 45 municipios más “complicados”.
Fue una decisión inédita de Nación, ya que Provincia siempre ha manejado de otra forma las estadísticas, agrupando a los municipios por fase y sin exponer parámetros epidemiológicos que se prestan a confusión. Cañuelas es uno de los municipios que ha generado un mecanismo de testeo eficiente, cuando en distritos cercanos se otorgan turnos con demoras de hasta 10 días para un hisopado. Resulta hasta lógico entender por qué el aumento de casos se notó primero en nuestro municipio, antes que en otros.
Si bien esa situación generó algún malestar entre funcionarios locales, la intendenta dio orden de no polemizar y únicamente transmitió a los suyos la necesidad de mejorar. El lunes dio instrucciones para que cada área del municipio empiece rápidamente a “ajustar las clavijas” en los sectores de su competencia.
Los inspectores de comercio empezaron a “peinar” los locales, distribuyendo nuevos afiches y recordando a los comerciantes los protocolos vigentes. Lo mismo empezaron a hacer con gastronómicos y bares. Todos deben tener presente que si la situación se agrava, un retroceso de fase es un escenario posible.
Pero Fassi indició también que la superivisión llegue al deporte y las canchas de fútbol y padel, a los talleres artísticos y al turismo. Y también ordenó que se aumenten los controles en los accesos a Cañuelas, y Uribelarrea.
“Venimos de meses donde la gente se relajó, y donde nosotros también nos relajamos un poco. Pero tenemos que mostrar que como Estado seguimos estando tan presentes como el primer día. Tuvimos meses tranquilos pero ahora ya llegó la segunda ola y tenemos que volver a poner lo mejor de nosotros para que como pasó el año pasado podamos atravesar esta pandemia de la mejor forma posible”, es el mensaje que –palabras mas o menos– transmitió la intendenta a sus colaboradores más cercanos.


Rodo Herrera – [email protected]

Te puede interesar