Por primera vez en su historia y, naturalmente, desde que milita en AFA, el Cañuelas Fútbol Club logró el ascenso a la Primera B lo cual no viene más que a ponerle un broche de oro a aquel excepcional torneo que ‘el Rojo’ ganó de punta a punta: el Apertura 2019-2020.
A tan solo unas horas de haber obtenido este ascenso en particular, Daniel Roncoli dialogó con El Ciudadano sobre diferentes aspectos relacionados tanto con lo logrado como con lo que se viene.
Un dato para nada menor es que, bajo sus presidencias, ‘el Rojo’ ha conseguido ya dos ascensos.

–¿Cómo vivió en lo personal esta final? Me refiero a la previa al partido e incluso al partido en sí mismo.
–La viví con nerviosismo pero con mucha confianza. La primera atajada de Vijande a los cinco minutos me dio alguna certeza de que el partido podía ser favorable y terminé de convencerme que no podíamos perder en un segmento de diez minutos en los cuales Real Pilar no encontraba espacios ni precisión en el movimiento de engaño ofensivo para jugar profundo a la espalda de Suárez Costa. En ese período ocurrió además la agresión y posterior expulsión de Chambi, un creativo capaz de sacar a Real Pilar de su esquematización.

–¿Qué pasó en usted al escuchar el pitazo final? Cabe remarcar que ese bendito pitazo final parecía no llegar más tras el exagerado alargue que dio el árbitro al cual luego volvió a adicionarle un minuto más.
–Se removieron un montón de emociones, catarata de imágenes no necesariamente correspondientes una con otra aunque todas ligadas sí por lo sentimental y los colores del club. Fue un gran alivio, el punto final de una etapa que necesitábamos terminar para comenzar a ocuparnos de otras cuestiones que creemos el club necesita para crecer.

–En medio de un panorama en el que no abundan futbolistas de la ciudad en el plantel superior como sucedía hace tres décadas atrás, por ejemplo, ¿qué significa para ustedes que el capitán del equipo (N. de la R.: Trejo) sea no sólo cañuelense sino además un talento descubierto por la dirigencia que encabeza?
–Fue una de las satisfacciones más grandes de este ascenso. No sólo nos emocionó que Emanuel Trejo sea el capitán por las razones que apuntás sino porque nos tocó ver toda la curva de crecimiento como deportista y ser humano. En estos años lo vimos consolidarse en la cancha y como cabeza de familia, lo que es realmente algo muy motivador para cualquier dirigente.

Roncoli junto a algunos de los dirigentes que lo acompañan en la Comisión Directiva.

–¿Qué implica, desde su punto de vista, que ‘el Rojo’ haya logrado el ascenso? Me refiero a cuestiones que tienen que ver con lo deportivo, institucional y hasta económico.
–Este logro tiene todas estas implicancias y algunas más. La B es una categoría de una cotización diferente para el bien intangible que el club intenta fomentar que es el de la formación y promoción de futbolistas. Institucionalmente, promueve una jerarquización profesional de las áreas y una difusión más amplia y profunda del club a través de los canales que la divisional genera en todas sus plataformas y que esperamos poder canalizar para nuestras tareas sociales. Hay una mayor relación de fuerzas para la generación de recursos en la búsqueda de transformar esos bienes intangibles en bienes patrimoniales y al ser una categoría validada como “profesional”, permite que el deportista de la zona pueda verlo como una fuente laboral además de como un sueño instalándonos en el segmento de las industrias sin chimenea de la comunidad.

–¿Es muy pronto para hablar de refuerzos y/o salidas del plantel?
–La dirigencia es consecuente en la idea de trabajar con una base permanente que va modificándose con la promoción de nuevos “juveniles” cuando existe alguna desvinculación o transferencia. Los refuerzos que puedan llegar serán siempre consensuados con el entrenador.

–En pleno festejo por el ascenso consumado Gonzalo Márquez aseguró que iba a presentar la renuncia para que la dirigencia tuviera total libertad al momento de determinar quién y con quiénes estará a cargo del plantel en la Primera B. ¿Hay definiciones ya al respecto?
–Renunció después del partido, junto a todo su Cuerpo Técnico. Fue una decisión que respetamos pero no terminamos de entender bien. Nuestra intención era festejar tranquilos y después en la semana generar una reunión para hacer con él y su grupo un trabajo de mesa y análisis de lo que fue todo este año y medio largo, cotejar el proyecto y ver de qué forma podíamos llegar a continuar si estábamos de acuerdo en los puntos centrales. Igual, de todas maneras, las dos últimas semanas hablé mucho con Gonzalo, sé alguna de las cosas que piensa en relación al futuro y las llevaré a Comisión Directiva para evaluar cómo continuamos. El objetivo se logró y el cuerpo técnico cumplió con el sueño de todos así que estamos muy agradecidos por el trabajo y el compromiso.

–En el mismísimo Arín hubo incidentes con hinchas que intentaron ingresar al estadio, lo cual se reprimió incluso con balas de goma.
–De los incidentes me enteré a la noche cuando me acerqué a la plaza porque sucedieron mientras nosotros estábamos en el campo de juego con los detalles de la premiación y el festejo. Es algo que no me causa ninguna gracia como tampoco me la produjo el hecho de disputar un partido de tanta importancia sin tener la posibilidad de que las y los hinchas, las socias y los socios, pudieran acompañar al equipo en la coronación. Entendemos que hay un cuadro sanitario complejo y fuimos respetuosos de todas las comunicaciones y medidas que nos impusieron los organismos de seguridad deportiva pero también entendemos que ante un hecho tan movilizador para el sentimiento de las y los simpatizantes, lo mejor hubiese sido usar la persuasión o el diálogo a través de un nexo representativo.

Roncoli abraza a Trejo, quien levanta el trofeo que certifica el inolvidable logro conseguido aquel viernes 15 de enero.

–Una vez que los jugadores llegaron a la sede social nuevamente hubo inconvenientes cuando no pocos simpatizantes los abordaron con el fin de robarles la ropa institucional dado que ya no poseían la habitual indumentaria usada en el campo de juego.
–No preparamos ningún festejo para después del partido porque no nos pareció prudente en relación a las recomendaciones sanitarias. Pero la presión fue muy grande porque la gente se volcó espontáneamente a la plaza así que para que se lograra descomprimir la convocatoria, se nos sugirió que los Campeones dieran una vuelta en el micro alrededor de la plaza para saludar a quienes celebraban. En un momento, ante la marea humana, el micro debió detenerse y algunos hinchas y algunas simpatizantes intentaron sacarse fotos con los futbolistas o quedarse con algún recuerdo material, como puede ser una prenda. No le daría entidad como hecho relevante, fue algo propio de una situación desbordada por el júbilo y la falta de organización previa. De haberse tenido permiso para preparar un festejo seguramente todo hubiese sido más colorido y simple.

–No hace mucho tiempo comentó que tenía ganas de dar un paso al costado de la presidencia. ¿Sigue firme esa idea en usted?
–El mandato concluye en marzo. Hay un desgaste muy grande, un enorme cansancio y las dificultades que se nos presentan a todos los que realizamos tareas de servicio, ad honorem, son muchas. Tengo la ilusión que haya una camada de nuevos dirigentes y en especial “dirigentas” que puedan tomar la posta y continuar lo que se ha hecho para mejorarlo y superarlo.

Lic. Matías Folgueira – [email protected]