Desde que comenzó, alrededor de tres años atrás, el Ensamble de Cumbia es uno de los espacios del Instituto Cultural Cañuelas (ICC) con mayor cantidad de participantes, que se renuevan constantemente y reúne indistintamente a grupos etáreos desde los 12 hasta los 60 años.  
Es el sonido del pueblo y representante de la alegría, por ello desde la primera vez que el ensamble cumbiero subió a un escenario las sociedades de fomento y las peñas solicitan su participación. 
Está coordinado por Edgardo ‘Chango’ Ibarra y Raúl Gutta. El Ciudadano dialogó con ‘Chango’ que contó los inicios de la propuesta, “aparece desde varios lugares, un día nos reunimos y a partir de ahí lo empezamos a diagramar. Después me di cuenta de que es algo bastante llamativo que exista un Ensamble de Cumbia dentro de una institución municipal, por que la cumbia es algo que todo el mundo escucha, que un montón de gente tocando y que es uno de los que más trabajo genera porque en todos lados hay bailantas y todo el mundo la escucha”.
Como se remarcó, el espacio de cumbia tiene un montón de participantes pero suele desarmarse por cuestiones de agenda o laborales de los mismos; sin embargo esto no es problema ya que “al toque se arma de vuelta porque hay un montón de gente que quiere tocar cumbia”, sostiene Ibarra.
“Tenemos realidades que son llamativas. Por ejemplo los integrantes del Ensamble Cumbia arrancan desde los 12 años pero hemos tenido un chiquito de siete años que tocaba el güiro, venía con la hermana de 12 que cantaba y el papá de 40 que también cantaba. Después tenemos a nuestro padrino que es un hombre de 60 años, jubilado, que toda la vida quiso tocar en un grupo de cumbia y nunca se le dio la oportunidad. Y hasta venía un hija y un papá desde Lomas de Zamora”, recalcó el profesor.   

Ensamble Cumbia sobre el escenario.

“Ir a un lugar donde se te va a contener musicalmente, se te va a enseñar tocando y después salís a tocar con un grupo de gente, eso no suele pasar en las bandas en donde nadie te espera. Es interesante que exista un ensamble en un instituto cultural que pertenece a un municipio, no se ve en muchos municipios”.
En tiempos de actividad ‘normal’ se suelen formar grupos de 20 personas y preparan covers de todos los estilos de cumbia, tantos añejos como actuales. A su vez cada integrante asiste al taller específico de su instrumento y luego todos se unen en el Ensamble.   
“La propuesta fue hecha para darle un espacio a todo aquel que quiera vivenciar la experiencia de tocar en un grupo de cumbia. A partir de ahí fuimos a tocar una vez y solemos hacer actividades en la sociedades de fomento, en peñas. En un momento todos querían el Ensamble de Cumbia y que vayamos a cumpleaños de 15, pero tomamos la decisión de no aceptar esas propuestas ya que es otro tipo de responsabilidad. La cumbia es popular, lo escuchan todos. Un fin de fiesta si va con cumbia es mejor, lo puede bailar cualquiera y por eso lo piden”, enfatizó ‘Chango’. Más allá del rechazo institucional, ya que el objetivo es la formación ciudadana, la oferta laboral significó una oportunidad de trabajo para algunos artistas.  
Para finalizar, el coordinador valoró la organización de la iniciativa cumbiera y reveló “un profe de la Universidad de Avellaneda me convocó para hacer una charla y me sorprendió cuando me dijo que debe ser uno de los pocos o quizá único Ensamble de Cumbia que está contenido desde una institución que pertenece a un municipio. Es llamativo que desde las instituciones no esté cubierto esa rama de la música para enseñar a los que quieran aprender y después llevar a la práctica el instrumento”.
Si bien este año las actividades del ICC no comenzaron, el grupo se mantiene comunicado y produjo un microdocumental con las experiencias de sus participantes. Dentro de poco publicarán algún material por las redes del instituto.

Edgardo ‘Chango’ Ibarra, coordinador del Ensamble Cumbia.

Lic. Marcelo Romero – [email protected]