–“¿Les puedo tomar una foto, aunque sea de espalda?” –preguntó el autor de este artículo–. 

–“No, tenemos miedo a represalias”; respondieron al unísono un grupo de vecinos que se reunió durante la semana con este semanario para contar lo peligroso que es vivir en el barrio Libertad.            

Tras la expulsión de la familia Andrés, más conocidos como ‘Los Varela’, se especulaba con que la tranquilidad dominaría, por lo menos durante un tiempo, la zona; la ingenuidad duró poco. En el cierre de la semana anterior otra banda intentó usurpar una vivienda, cuyos dueños no suelen habitar, ubicada en el fondo de calle Guido Spano y a partir de allí se originó un nuevo conflicto en donde ganó la violencia pero finalmente se evitó el ilícito. “La policía miraba. La policía vino, dejó el teléfono, llamamos porque estaban a los tiros y no se arrimó nadie. Estacionaron ahí y listo. Pedían los papeles de la casa y decían que no se podían meter, cuando nos presentamos con los papeles en la Comisaría Primera no nos quisieron tomar la denuncia”, sostuvo un involucrado.

Los vecinos desconfían de la fuerza policial porque por lo general no recepcionan las denuncias por los hechos delictivos. “Dicen que todas las casas son usurpadas, que los que denuncian no tienen papeles de los terrenos o ¿será que hay familias a las que no se puede denunciar?”, expresó un hombre cansado de la misma escena y agregó: “sin embargo los allanamientos se repiten, nunca encuentran nada y tuvo que intervenir la fuerza de otra Departamental para encontrar algo”.       

Otro vecino recordó los motivos de la expulsión de ‘Los Varela’, “cuando pasó lo de la pueblada es porque la gente se cansó. No puede ser que salgas a comprar y cuando volvés no tengas la tele o te falte algo. No contentos con eso si te vas a trabajar y tu familia se iba, te metían las mujeres con los chicos en tu casa y se instalaban, atrás respondían ellos armados. Así laburaban ellos. Se cortó la ruta, se pidió que baje Berni –ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires– y un montón de cosas pero nunca se soluciona nada. La policía viene cuando termina todo y tampoco se mete. Cómo puede ser que estén a los tiros y no aparece nadie, ¿qué va a pasar cuando maten a una criatura?”.

A pesar del exilio de la familia Andrés –‘Varela’– testigos señalan que al menos uno de ellos suele recorrer la zona por las noches “a tirar tiros con otra banda”.

Una mujer señaló, “es la ley de ellos porque a las víctimas no las protegen. Andan por la plaza y amenazan a la gente. La policía en vez de custodiarte a vos los custodia a ellos”. 

“Nos tratan como si fuera una villa y esto no es una villa, estamos a cinco cuadras del centro de Cañuelas. Hablan del ‘fondo’ y estamos a diez cuadras del centro, ¿cómo puede ser? Acá trabajan impunemente porque no hay una guardia o un patrullero que recorra en las noches para que por lo menos puedas llamar y se den una vuelta”, exclamó otro vecino.

Con temor indican que la banda que ahora quiere dominar el lugar serían ‘Los Guillermo’ y lo que más preocupa es el modus operandi que se repite, que es el mismo que practicaban los expulsados. “Utilizan a las mujeres y a los chicos. Las primeras van al choque y después cuando reaccionan los hombres se utiliza la violencia de género como defensa; te dicen ‘la ley nos ampara’ y se pegan ellas mismas”, explicó uno de los lugareños. Al parecer los terrenos o viviendas, en su mayoría, son vendidos y son pocos en donde se instalan los usurpadores.  

“La gente se va y se desvaloriza su propiedad”, argumentan los reunidos con este medio. Además cuentan que los delivery del centro ya no llegan al barrio Libertad y que pocos se arriman, como mucho, hasta Ruta 205.

“Una noche acá es de terror. Una banda por acá, otra en la esquina y en la tercera cuadra ya se pudrió todo. Corridas, tiros, con los chicos debajo de la mesa. Cuando empiezan los tiros algunos vecinos llevamos a los más chiquitos a alguna casa y los tapamos con colchones o tablas”, indicó otro hombre.

“En Ascasubi y Congreso hay una banda, en Laprida y Güiraldes otra. Son bandas diferentes y una más peligrosa que otra. La gente no se va de vacaciones para no dejar la casa sola. No salen a comprar a la noche y si lo hacen van de a uno lo más rápido posible. Los chiquitos ven cosas que no tendrían que ver y hay chiquitos de 10 años que tienen una mentalidad de 15”, lamentó una madre presente.   

Los vecinos analizan presentar notas a las autoridades municipales por la inseguridad de la zona, especialmente dirigidas al área de Seguridad cuyo titular es Rodolfo Ojeda, pero también en otras secretarías por el abandono del barrio en general. “Si no tenemos respuesta tendremos que presentarnos en la Municipalidad para que nos escuchen”, vaticinaron.

Marcelo Romero - [email protected]