El pasado sábado por la mañana referentes de la Asamblea Defensora de Medio Ambiente de Cañuelas (ADeMA) encontraron varios montículos de vidrio molido volcados sobre calle Suiza en la zona industrial de Máximo Paz.

El descubrimiento fue una casualidad e inmediatamente los ambientalistas contactaron al delegado municipal, Raúl Salvatierra, para que tome medidas de prevención. Al permanecer unos momentos en el lugar observaron que un camión se acercaba con la intención de realizar un nuevo vuelco. Finalmente se retiraron los montículos y se analiza realizar una denuncia en el área de Medio Ambiente municipal.

Todo comenzó en las primeras horas del sábado cuando la referente de ADeMA, Lucía Soria, se dirigía a la zona de Máximo Paz Oeste para llevar a cabo trabajos comunitarios. Al tomar con su vehículo el puente de calle Suiza para cruzar el Arroyo Cañuelas –camino más largo y único debido al desmoronamiento del cruce de la calzada de Combate de los Pozos que aún no fue reparado– se topó con montañas de un material parecido a la cal pero que en realidad era vidrio molido.

El vuelco clandestino estaba ubicado en los lugares donde había baches, por lo que se sospecha que había algún arreglo para tapar los pozos de la calle con el material. Al denunciar el hecho nadie sabía de la situación. Cuando llegaron el Delegado y los trabajadores municipales fueron testigos de la llegada de otro camión que venía por Ruta 205, desde Ezeiza, para continuar con las descargas. Se lo detuvo, se procedió a la recolección y cerca del mediodía sólo quedó una capa de los desechos que se tapó con tosca. 

Se divisaron tres montículos de vidrio molido que al ser respirado puede causar serios problemas respiratorios. La calle Suiza es la entrada principal de tabajadores, transportistas y vecinos que desean llegar con sus vehículos a la zona profunda de Máximo Paz Oeste por lo que existe un constante movimiento de transeúntes.   

 Antecedentes y peligrosidad

En el año 2018 sucedió una situación similar de vuelcos clandestinos de vidrio pulverizado pero en un terreno particular sobre la calle Bélgica, a la vuelta del lugar de la última infracción.

En esa oportunidad el ex Delegado Municipal, Julio Stur, halló los montículos en una recorrida de rutina. Al instante llamó a inspectores del área Ambiental municipal y se realizó una denuncia que incluso se presentó en la Autoridad de la Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR). 

Al llegar, los empleados municipales tomaron muestras para analizar qué tipo de composición química presentaba el material y su posible nivel de contaminación. Una de las trabajadoras estatales Carina de Kemmeter, que contaba con ‘escaso’ equipamiento municipal de recolección y protección personal, aspiró accidentalmente el vidrio molido y debió ser hospitalizada en el acto, permaneció internada un tiempo prolongado.   

En apariencia el vidrio molido es similar a la cal y su peligrosidad radica en la volatilidad del mismo. Si no se contiene, las partículas pueden ser inhaladas por la población y puede causar graves daños internos en los pulmones. 

En aquel momento se responsabilizó de los vuelcos clandestinos a una empresa de la localidad de Carlos Spegazzini, partido de Ezeiza.

Marcelo Romero - [email protected]