A inicios de esta semana y antes de lo que se suponía el papa Francisco nombró obispo de Gregorio de Laferrère a monseñor Jorge Martín Torres Carbonell, un porteño, de 66 años, quien hasta hace unos días era obispo titular de Acque de Bizacena y auxiliar de la diócesis de Lomas de Zamora.

Según dijo la agencia de noticas Aica, la información del nombramiento fue efectuada de forma simultánea en Roma y en Buenos Aires. En nuestro país se hizo a través del encargado de negocios de la nunciatura, monseñor Aliksandr Rahinia.

Como se ha publicado, nuestra diócesis había quedado vacante el 9 de junio luego del traslado del obispo Gabriel Barba a San Luis.

“Por estas cosas de la iglesia, de la providencia, de Francisco, he sido nombrado para caminar con ustedes en Gregorio de Laferrère. Es una alegría y una gran sorpresa. Imaginaba que en algún momento haría alguna partida; lo que no imaginaba era que iba a ser tan cerca”, expresó en un video que grabó y subió a la fanpage de su nueva diócesis.

Sin poder decir una fecha para conocerlo personalmente, “con las dificultades de este tiempo, ya veremos cuando las cosas se den para que nos encontremos e iniciemos juntos esta peregrinación”,  dijo en la grabación por alusión a la pandemia.

Ante la muerte del padre Alejandro Delorenzi, el 17 de octubre de 2018, se hizo presente en nuestra ciudad, precisamente en la Capilla Desatanudos, donde encabezó la misa de responso, con otros sacerdotes.

De acuerdo a los datos que publicó el medio católico, Carbonell nació en la ciudad de Buenos Aires el 22 de abril de 1954. Luego de cursar algunas materias de ingeniería en la UCA, ingresó al seminario de la Inmaculada Concepción de Buenos Aires, donde alcanzó el bachiller en teología. Y en noviembre de 1983 fue ordenado sacerdote por el cardenal Juan Carlos Aramburu, arzobispo de Buenos Aires.  Ejerció su ministerio sacerdotal en varios templos porteños y de 2001 a 2009 fue designado rector y párroco de la Basílica y Santuario nacional de Nuestra Señora de Luján. Dos años más tarde fue trasladado por el cardenal Jorge Bergoglio como rector y párroco de San Cayetano.  Ambos lugares claves y simbólicos, como lo son la patrona de nuestro país  en Luján y en Liniers, el Santo del Pan y del Trabajo. En ambos sitios confluyen miles de personas cada año y frente a alguna celebración pastoral.

Asimismo estuvo a cargo de la pastoral juvenil de la arquidiócesis de Buenos Aires, de la peregrinación a Luján, vicario para las villas de emergencia y decano del Decanato N°19 ‘Flores’. Fue también miembro del Consejo Presbiteral, de la Comisión Arquidiocesana para la Formación del Clero, y miembro del Colegio de Consultores de Arquidiocesanos. Y en la actualidad integra las Comisiones de Liturgia y de Comunicación Social.

Elegido obispo titular de Acque de Bizacea y auxiliar Lomas de Zamora, el 21 de noviembre de 2014 por el papa Francisco, fue ordenado obispo el 27 de febrero de 2015, en la catedral de Lomas de Zamora por monseñor Jorge Lugones, obispo de Lomas de Zamora.

Este porteño se convierte en el tercer obispo de la diócesis de Gregorio de Laferrère, creada en noviembre de 2000 por el papa Juan Pablo II. Bajo su órbita estarán un total de 30 parroquias y 112 iglesias y capillas, 48 sacerdotes, de los cuales 32 del clero diocesano y 16 religiosos; 14 diáconos permanentes; 33 religiosas y 15 centros educativos de la iglesia, según datos consignados por Aica.